Beautiful [JJBA Fanfic]

17.- Viejos amigos.

—Eric Melloi, no me dejes atrás, con un demonio. —se quejó la chica, caminando rápido hasta él; tomó su brazo con cierta fuerza y este se quejó, desde que estuvo con ese extraño vampiro, estaba más extraña de lo normal.

—¿Qué quieres? —contestó seco, pero a ella no le importaba, el pequeño Eric siempre había sido así, al menos desde que había entrado en la pubertad.

—Dijiste que éramos amantes, me impresiona que avances tan ra- —le cubrió la boca el contrario en silencio y señaló el hotel que estaban buscando, no se iba con rodeos después de todo.

Dejó que ella se encargara de todo, después de todo, ella tenía el stand-no-inútil.

Este se fue a beber algo de té y casi una hora después, se encontró con dos hombres pegados de forma muy insinuante, mientras unos niños los miraban. Le costó comprender que aquel eran Joseph Joestar y Muhammed Avdol.

Trató de apartar a los niños del lugar, estos no dudaron en huir al ver la cara de "ogro" que tenía el mayor, según ellos.

Luego de ello, volvió a caminar, seguramente Mariah estaba tras todo ello; estaba riendo por lo bajo por lo divertida que era la situación después de todo.

Sinceramente no tenía intenciones de participar en las estupideces de Dio, aunque este le eche en cara de que le dio un poder... Uno bastante inútil, ya que no puede hacer gran cosa con esa gran bola rosa que lo persigue a todos lados.

Mientras Mariah se divertía fastidiando a Joestar y compañía, este se quedó de nueva cuenta en algún lado, esta vez, observando fijamente a Jotaro y a sus compañeros. ¿Por qué? Simplemente curiosidad.

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Eric Melloi II, hijo de una adinerada familia de Francia, nació entre lujos y en una cuna de oro, algo que jamás fue de su agrado, él sólo quería ser libre; sin embargo, lo único que consiguió, fue ser llevado a El Cairo, Egipto, por sus malos comportamientos.

Solía huir de sus clases, sus maestros, guardias y sirvientas de la casa lo buscaban por todos lados, sin encontrar pistas de él por ningún lado; él salía de la gran mansión para poder encontrarse con cierta niña menor que él casi por dos años, cabello blanco y piel canela.

A pesar de todo, Eric era sumamente feliz con Mariah a su lado, este le enseñaba cosas de grados superiores, cosa que emocionaba demasiado a la chica.

Los años pasaron y un suceso cambió por completo al muchacho, dejando esa felicidad de lado; la pérdida de sus padres fue algo que hasta el actual día le afectaba.

La fundación Speedwagon se encargó de sus estudios superiores, debido a que el fundador de la empresa, era íntimo amigo del abuelo de aquel muchacho.

Dejó a Mariah por unos cuantos años para ir a América a estudiar, ahora era un abogado, no tan conocido, pero hasta ahora, no ha perdido ningún caso.