10.- Creo en ti. [Primera parte]

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Era hora de partir, pero Joseph se había detenido para... ¿comprar un auto?

Si, eso era, en ese momento, todos estaban dispersos, Jotaro no dejaba de observar a su mejor amiga con su compañero pelirrojo, mientras que Polnareff estaba coqueteando con una muchacha.

—Pienso que ese Ford de ahí te quedaría de lujo.

—¿Tú crees? Igual, está muy costoso para mí, además aún soy estudiante.

—Piensa a futuro, trabajarás para mi después de todo, te haría mi chofer personal, pero eso me haría una tonta, desperdiciar tal talento por el arte, no es sano.

Las mejillas del ojivioleta enrojecieron tanto como su cabello, ¿en verdad ella lo estaba halagando? Al lado de ellos Hierophant Green y Pink Justice hablaban su idioma de stand, ella también halagaba gratamente al stand verde, este rascándose la cabeza con uno de sus tentáculos, avergonzado.

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Ya en el auto, el pelinegro ni siquiera miraba al contrario, la chica en medio sentía la tensión entre ambos, lo cual era insano; pellizcó los muslos de ambos y estos se quejaron al unísono, no iba a dejar que ambos estuviesen peleados, menos por su culpa, ¿es que acaso era tan "genial" para que dos amigos se pelearan por ella? No, definitivamente no.

—¿Pueden dejar de pelearse? Es absurdo, es idiota, no comprendo por qué andar de niños pequeños... ¿Saben que están a poco de cumplir los 18 años? Bueno, quizá en algunos... Muchos meses, pero en fin, basta de peleas, son amigos, maldición.

Se escuchó una carcajada, era el viejo Joseph, diciendo "qué recuerdos", con respecto a cuando era joven, la hermosa madre de Blair era más drástica, atacando directamente "a las nueces" de Caesar y él.

Recorrieron las calles, ahora en silencio, mientras el mayor explicaba cómo era antes el lugar y comentaba que los aldeanos iban en avioneta al otro lado del desierto, todos tosiendo algo incómodos, menos Polnareff, quien no entendía el por qué.

—No quiero subirme en una avioneta con un hombre que ha estado ya en tres accidentes aéreos —murmuró Jotaro, Blair asintió, pensando un detenidamente.

—¿No fueron cuatro ya?

—No Blair, tres.

—Oh, entonces elijo los camellos.

Joseph quedó algo devastado debido a la poca fe que le tenían su nieto y su ahijada, por lo que tomaron la opción menos peligrosa.

En el lugar donde intercambiaron el auto por camellos, la chica compró ropas más adecuadas para el desierto, no iba a andar por ahí con un vestido blanco que dejaba su blanquecino pecho directo sobre el sol para que quedase roja como un cangrejo.

Al salir de la tienda les lanzó unos turbantes a todos para que se protegieran, comenzaba a sentir el exceso de calor, era incluso un tanto anormal.

Como no había más camellos, la chica se fue abrazada a su padrino, para evitar peleas innecesarias con Jotaro y los demás, de vez en cuando veía el rostro cansado de todos los demás, ella también sentía su cuerpo más pesado de lo normal con el calor que hacía.

Desde hace mucho, el pelirrojo había dicho que sentía que alguien los seguía, repitiéndolo una vez más. Ella también había sentido aquello, pero simplemente había ignorado el asunto, debido a que Jotaro siempre la observaba.

—La verdad yo también siento una presencia. —mencionó el pelinegro de pronto y todos lo observaron, Blair por supuesto que estaba más cerca con el camello de Joseph.

Beautiful [JJBA Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora