El amor no conoce de límites

CAPITULO 3

Alec

Mi alarma suena pero yo estoy listo para apagarla, usualmente mi sistema me despierta 5 minutos antes de que sea la hora de levantarse, esos 300 segundos los utilizo para recordar ¿quién soy?, ¿Porqué estoy aquí?, ¿ Cuál es mi proposito en ésta vida? Etcétera, cualquier reflexión absurda que me imagine mientras tallo mis ojos.

Pero no hoy, y no desde hace algún tiempo porque hoy desperté pensando en cierto oficial sexy de ojos exóticos, la manera de abordar mi vergonzosa confesión del día anterior fue profesional lo admito pero pude ver cierta esperanza y no quiero que sean imaginaciónes mías, quiero que sea real.

Quito las mantas de encima y jalo mi silla, los rituales matutinos son la peor parte de todo, el poner y quitar la bolsa con los fluidos corporales es algo que siempre e considerado asqueroso aunque lleve toda la vida haciéndolo.

En fin, trato de arreglar la cama translanandome muy poco, no es que de muchas vueltas mientras duermo, pensándolo bien, sería un compañero de cama ideal porque no quito cobijas y no pateo, jajaja.

Por el ángel, soy tan cruel conmigo mismo que ya es un estilo de vida, el sarcasmo de Jace se volvió parte de mi personalidad llevándolo a un nuevo nivel debido a mi condición pero es divertido.

Lástima que las personas reaccionen tan mal cuando lo digo en público, en especial mis padres, la única vez que me escucharon hablar así de mi, tuve que soportar un mes con una psicóloga y no quiero eso de nuevo.

Ellos no entienden que es mi forma de tomar las cosas, la forma en que puedo hacer frente a no tener las posibilidades de los demás, con un humor mordaz recordándome de tipo sarcástico que todo tiene el lado bueno aunque sea absurdo o de mal gusto el comentario.

Dejando eso de lado, voy a mi maquina de ejercicios, tengo que hacer rehabilitación pero odio los lugares donde las demás personas pueden verme, donde pueden ser testigos de mi fracaso cuando algo llega a salir mal, cuando caigo.

Necesito mantener mis piernas en buen estado o de lo contrario el músculo se atrofiaría, hago ejercicios con mis piernas, con mi torso, la cadera, tal vez debido a eso mis brazos y adbomen estén tan desarrollados, al ser las partes de mi cuerpo que se esfuerzan por todas las demás es comprensible.

El sudor me hace quedar pegajoso al terminar y me meto a la ducha, como yo rediseñé la casa incluí un asiento en la regadera en donde me siento a bañarme en vez de estar en la silla, me translado a este y hago mi aseo personal.

Al terminar me seco el cuerpo con una toalla y empieza la difícil tarea de vestirme, cuando me acuesto a dormir es facil quitar la ropa y quedar en boxers, es fácil hacer mis ejercicios de esa forma si soy el único habitante de la casa pero lo dificil es hacer que mis piernas inertes entren en unos pantalones de mezclilla.

Bueno, la costumbre hace las cosas más faciles a largo plazo, logro entrar en ellos y me pongo una playera azúl, termino con eso y calzo mis pies con tenis, no es que me sienta cómodo usándolos porque joder, no siento casi nada de la cintura para abajo pero creo que son más de mi estilo, esos y las botas.

Seco mi cabello lo suficiente para que no gotee en mi ropa pero lo dejo húmedo para que tome la forma que quiera, salgo del baño directo a la cocina, la rampa que instalé me hace fácil poder tener todo a mi alcance, saco los ingredientes para un sándwich y un jugo de naranja porque es lo único que tolera mi estómago a estas horas de la mañana.

Termino y llevo los platos al fregadero, me encargaré de ellos más tarde, mientras tanto abro la puerta que da a la cafetería, llevo conmigo una franela para limpiar las mesas, la gente es algo sucia y descuidada para comer pero pagan por el servicio asi que no hay porqué quejarse.