La universidad (willyrex y tu)

capítulo 18

-Despierta, osito. -Abrí mis ojos lentamente, parpadeando para acostumbrarme a la luz. -Ha llamado tu madre.

-¿Para que? ¿Y que haces tu hablando con mi madre?

-Nos hemos echo amigos. -Rodé los ojos y le volví a mirar. -Ha llamado para decirte que hoy no hay clases.

-¿De verdad?

-Si, si quieres llamala.

-No hace falta, te creo. -Le sonreí y volví a cerrar mis ojos. -¿Que hora es?

-Son las... 9 y media de la mañana.

-¿Puedo seguir durmiendo?

-Claro que si, de echo yo tambien tengo sueño. -Le abracé y me acurruque en su pecho, cerre mis ojos un momento, al abrirlos vi que eran las 10, joder, no podia dormir.

-¿Guille?

-Dime osito.

-¿Puedes dormir?

-No... -Reí y le mire a los ojos.

-Yo tampoco. -Besé su torso y jugué en su pecho, Guillermo se unio al juego y jugamos a atrapar nuestros dedos, podría pasarme las horas así que no me aburriria nunca, mis finos dedos jugando con los suyos, la mejor forma de empezar el dia. Le mire a los ojos para luego recorrer su cuerpo, comiendomelo entero con la mirada, y vi que tan solo estabamos en ropa interior, me acomode en sus brazos, el giro y coloco su pierna entre las mias, haciendo que su miembro rozase mi intimidad, sentía lo pequeño y menudo que era ahora, en cambio, cuando se volvía salvaje... Le di un corto beso y escuché mi telefono sonar.

׿Si?

+Hola hija, ¿Que tal estas?

×Muy bien, ¿Por?

+Guillermo me llamó esta mañana para decirme que tenias fiebre y hoy no irias a la universidad. -Mire a Guillermo y el se encontraba pálido.

×Eeh... Si, ya me encuentro un poco mejor, gracias, Guillermo me esta cuidando muy bien.

+Genial, bueno, voy a trabajar, hasta luego hija.

×Adios mama... -Colgué y mire a Guillermo quien aun estaba palido. -Y bueno...

-Eeh, no queria despertarte.

-Eso no es excusa Guillermo...

-Lo siento. -Agachó la cabeza y se acomodó en mi pecho desnudo, agarre su menton y le mire a los ojos, le di un calido beso y le sonreí.

-No pasa nada dulce, de echo te lo agradezco, con esto del trabajo, la universidad, ayer la fiesta y todo eso estoy cansada.

-Pobrecita. -Sonrió y me guiño un ojo. -¿Jugamos a algo?

-¿A que?

-Ha hacernos preguntas.

-Vale, empieza.

-Color preferido.

-El azul... Animal preferido.

-El tigre de bengala blanco, ¿Donde fue tu primera vez?

-Vas directo al grano. -Reí. -Mi primera vez fue cuando tenia 17, estaba saliendo con un chico y estaba enamoradisima de el, al final solo me queria para aprovecharse de mi. -Agache la cabeza y le volvi a mirar para sonreirle. -¿Y la tuya?

-Fue precioso.

-¿Y eso?

-Me cobro 40 en vez de 50.

-Guarro. -Golpee su hombro y reí.

-Es broma, mi primera vez fue en un motel, estaba con una chica que me gustaba muchisimo, de echo una de las chicas que me tenian mas enganchado, yo tenia 16 años y ella tenia mi edad tambien, ella tambien era virgen, no sabia como empezar. -Rió. -Pero al final logramos entendernos. -Me miró a los ojos y sonrio. De todos tus novios, incluido yo, ¿Quien la tiene mas grande? -Me reí y le mire a los ojos.

-Tu. -Me miro alzando una ceja y volvió a mirar al techo.

-Seguro que lo dices por cumplir.

-No te miento. -Reí y me puse ligeramente roja. -¿Con cuantas te has acostado?

-Buff... He perdido la cuenta. -Rodé los ojos y el rió. -Empece asi en bachillerato, allí me tire a cuatro, mas siete en primero de la uni, mas seis en segundo, unas... diecisiete, sin contar las de los fines de semana y las de vacaciones, he perdido la cuenta como te he dicho.

-Y yo creía que con tres ya me estaba pasando. -Me sonrio ampliamente mientras acariciaba mi espalda.

-Y dime, ¿Cual es tu fantasía? -Me puse roja como un tomate, era algo muy extraño... -Seguro que no es peor que la mia.

-Pues... En el despacho del director. -Rió y me abrazó.

-Podria hacerse realidad.

-¿Y cual es la tuya?

-La mia es en el cuarto del conserje.

-¿Nos hemos puesto de acuerdo para que sea en la uni?

-Eso creo. -Rió y me beso el cabello. -¿No te gustaria que se hiciesen realidad?

-Pues no me importaria que se hiciese real. -Le guiñe un ojo y el rió picaro.

-Estas jugando con fuego.

-Quiero quemarme. -Le mordi el lobulo y el se puso sobre mi ni mas ni menos que para hacerme cosquillas, comencé a retorcerme bajo su cuerpo, Guillermo ni se inmutaba, tan solo me hacia cosquillas. -¡Guille para por favor!

-No, no, ¡te has quemado! -Al cabo de unos minutos paro y puso su cara muy cerca a la mia, me dio un corto beso en la comisura de mi labio, iba besando la zona de mis labios, estaba desesperada por un beso, puse mis manos en su nuca e intente besarle yo, pero al parecer a Guillermo no le gusto ya que se apartó. -Dejame que lo haga despacio. -Se volvió a acercar a mi y beso mis labios cortamente, volvió a besarme como por unas tres o cuatro veces, hasta que finalmente me besó durante un largo minuto que, sinceramente, me paso rapidísimo, ¿Tanto cuesta poder parar el tiempo durante unos segundos? Quedarme tal y como estaba ahora, besando a Guillermo con esa desesperacion, acariciando su suave cuerpo, sintiendo su respiración agitada junto a la mia, sus labios sobre los mios moviendose con esa agilidad que tanto me gusta, dios, estaba perdida en Guillermo, en sus brazos me era imposible encontrarme, y en sus labios... No habia forma de describir lo que sentia en ese momento, solo queria abrazarlo y que saliese el sol por donde quisiese que a mi, ya no me importaba nada, solo queria abrazarle fuerte y decirle una y otra vez lo mucho que le quiero.