capítulo 32

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-Creo que ya va siendo hora de prepararse.- Le susurre dandole cortos besos en su cuello, Guillermo tubo un escalofrío y asintió.

-Tienes razon. - Le bese por ultima vez y me dirigí al baño para alisarme el pelo, maquillarme y cambiarme de ropa, agarre mi bolsa con la ropa y los tacones y entre, me pase mas de una hora en el baño, termine con mi largo y lacio pelo con ondas, el vestido me quedaba a la perfección y los tacones me hacian lo suficientemente alta como para ser digna de Guillermo, no es por exagerar pero, estaba realmente bien. -¿Te queda mucho? Yo ya he acabado.

-Ya salgo amor. -Me puse unas gotas de perfume y salí, el al verme se quedó realmente impresionado.

-Dios mio, estas realmente preciosa, ¡wow!- Me sonroje y agache la mirada a mis pies.

-Gracias, tu estas genial. -Guillermo agarró mi menton y me miro a los ojos.

-Mirate, si casi me llegas a la altura de los ojos. -Golpee su hombro y negué con la cabeza. -Venga, quiero presumir de novia, salgamos. -Asenti y bese cortamente su mejilla. -Vamos a dar un paseo por el centro, me ha dicho un pajarito que Alfred va ha estar por alli, quiero chulear de pivon ante ese.

-Guille no...

-Tu tranquila, no te va ha pasar nada princesita.

-Guillermo ni se te ocurra... -Me sonrió pillo y agarró mi mano.

-Vamonos. -Salimos del hotel y vi como la gente se fijaba en nosotros, la gente de la calle nos miraba y pude escuchar los piropos de unos chicos de fondo, sentí como la mano de Guillermo me apretaba y me acercó a el lentamente.

-Guapa, ¡Deja al estirado y ven anda! -Mire de reojo y vi a una vanda de chicos de chupa negra apoyados en unas motos, Guillermo frunció el ceño y los miro con una fulminante mirada.

-Tranquilo amor, pasa de ellos. -Reprimió las palabras oscenas que les iba a dedicar y continuamos nuestro camino, seguimos caminando durante un largo rato en el que estabamos hablando de nosotros hasta llegar a un restaurante, era un precioso restaurante en el que habia una mesa apartada a las demas, Guillermo se acerco al recibidor y le miro.

-¿Tiene una reserva caballero?

-Si, a nombre de Guillermo Diaz.

-Sigame. -Guillermo agarro de nuevo mi mano y nos dirigimos a esa apartada mesa. -Que disfruten. -Guillermo le sonrió agradeciendole y el hombre se marchó, no podia creer lo bonito que era el restaurante.

-Esto es precioso Guillermo.

-Teniamos que venir a algun lugar a corde con mi chica. -Me sonrió y me guiño un ojo, yo no pude riprimir las ganas de agarrar su mano que se posaba sobre la mesa, veia que sus labios se movian formulando palabras que yo no entendia ya que estaba undida en mis pensamientos. -Casate conmigo, te amo.

La universidad (willyrex y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora