22.2K 2.2K 4.6K
                                    

EIDEN

Un nuevo día daba inicio; se supone debería centrar mi atención en clase y el gran embrollo de las medidas de tendencia central que explica el profesor Adolfo pero realmente no encuentro un interés en los números; lo mío son las letras.

Podía sentir la mirada de mis compañeros en mí cada que mi preciada libreta hacía aparición e incluso como los amigos de Rennan le hacían alguna burla si lo encontraban con sus ojos fijos en mí; reí internamente al escuchar el comentario de Mariano apostando a su novia Susan 100 a que yo no giraba la cara; ese comentario hizo bufar a Rennan.

Siendo consciente de la situación me acomodé en el asiento girando mi torso por completo para poder observar del todo al rizado que portaba su tan preciado gorro rojo, dicho acto hizo que sus amigos cerraran la boca.

— Al parecer perdí mi lápiz; ¿Tienes uno?— elevé una ceja; él debía conocerme para saber con que afán hacia eso así que no dudó en entregarme su lápiz y dirigirle una mirada burlona a sus amigos.

— De nada — habló una vez agradecí su acto. No satisfechó dirigí los ojos a Mariano.

— ¿Los 100 me los darás a mí o a ella?
— Susan no tardó en soltar la risa al escuchar mi comentario. Sonreí cínico y volví a mi posición anterior para seguir con mis labores; inmediatamente ya tenía un mensaje en mi teléfono, era obvio quien era el emisor.

RennanCooper: ¿Tienes oídos en todos lados u ojos en la espalda?

EidenPrice: Tengo un agudo sentido de detectar bromas de idiotas. Lol

RennanCooper: ¿Ya detectaste a Brad? Aleas Fran 2.0

Miré hacia la esquina de la habitación donde el antes nombrado hacía señales obscenas a sus amigos y todos reían. No entiendo por que si alguien usa la palabra "sexo; vagina o pene" todos enloquece y les causa gracia. Giré los ojos y regresé la mirada a mi teléfono.

EidenPrice: ese nivel de idiotez sobrepasa mis sentidos.

Escuché la risa de Rennan y segundos después como el profesor lo reñía. Eso fue suficiente para que una pequeña sonrisa se marcara en mi rostro y yo continuará con la atención en mi libreta.

Me gustaba escribir lo que me gusta que sucediera en el mundo pero sabía que era imposible realizarlo yo; bueno, habían excepciones. Esta vez no dudé en relatar una historia sobre como Brad era contagiado de clamidia y terminaba siendo objeto sexual en alguna esquina por las noches. Podrá parecer raro pero eso me ayuda a mí

Durante el transcurso de la clase dediqué algunas miradas a mi compañero de gorro rojo; jamás he entendido como eso se le puede ver tan bien. Me pregunto si aún tendrá sus rizos tan lindos como hace años; ¿Serán igual de sedosos? ¿Mantendrán ese brillo? Me quedé perdido por unos minutos pensando en aquello y haciendo garabatos en mi libreta que olvidé del todo la clase y me mudé a mi planeta.

A veces suelo hacer eso; perderme tanto en mi mundo que todo lo que ocurra a mi alrededor se detiene y solo aquello en lo que pienso sigue transcurriendo. Ahora mismo me imaginaba ahí junto a Rennan riendo sobre algún tema trivial mientras yo lo despojaba de su gorro rojo.

— ¿Señor Price? ¿Señor Price, me presta su atención por favor?— la voz del profesor fue como un meteorito en mi planeta.

La risa en el aula no tardó en hacerse presente; y solo así descubrí que todos tenían su vista puesta en mí ya que el teléfono celular en mi regazo no dejaba de sonar.

— Si va a atender hagalo afuera; ya sonó un par de veces — su voz fue amable, eso no quitó la burla de los demás.

Asentí; llevé la mirada al artefacto y al leer el nombre que se marcaba no dudé en ponerme de pie y caminar a paso rápido fuera del aula, ya tenía 3 llamadas perdidas del mismo, seguramente se acercaba un regaño.

El planeta de EidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora