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Maratón 4/5

RENNAN

Los días habían transcurrido; todo había salido a nuestro favor en cuanto a los planes ya que él viernes no tendremos clase y podremos irnos de fiesta un jueves. Espero dejar ahí mis nervios con respecto al día sábado.

La noche había caído y con eso la cena en familia se hizo presente; nuestros padres aún no salían de su despacho, Gala se encontraba despidiendo a Julián y yo por mi parte mantenía una llamada con mi buen amigo.

Sabes que quisiera ir. Pero debo ayudar a mis padres por aquí...— Ari se disculpaba por milésima vez al no poder estar presente en mi competencia. Un problema resultó en su familia y tuvo que partir antes; igual le volvería a ver con el paso de los días.

— Ya dije que no te preocupes. Has ido a otras; no es la gran cosa...estaré bien— repetí nuevamente. Él sabía cuanto me atemorizaba mostrar mi cuerpo y con anterioridad estaba conmigo minutos antes de entrar al agua para darme confianza y controlar mis ataques de ansiedad. Le preocupaba el no estar esta vez.

Eso espero. Aún así ya sabes que puedes llamarme...cualquier cosa solo llama. ¿Okey? Además mucha suerte, vas a ganar; lo sé — asentí a pesar de saber que no me miraba. Por primera vez debía arreglármelas yo solo antes de salir.

— Todo estará bien...además; adivina quien irá — No pude retener la sonrisa que se plasmó en mi rostro. Inmediatamente ya escuchaba sus canticos de burla hacia mi persona.

Así que ya va en serio eh?— reí bajo al escucharle — Ya los puedo imaginar como una pareja...

— ¡Cállate!— miré hacia ambos lados esperando nadie estuviese cerca— solo va a acompañarme, es de amigos.

Oh vamos. Tú y yo sabemos que eso de acompañamiento y amigos es mentira —ambos soltamos la risa está vez. Él y yo igual mantenemos secretos y es mejor dejarlo así.

— Vete a la mierda Ari— aguanté la carcajada — Da igual. Eiden estará ahí...

intenta no desmayarte cuando lo veas. Digo; te va a estar comiendo con la mirada—el sonrojo apareció en mi rostro.

—¡Ari!— escuché su risa— ¡Ya! Pero si te encanta joder...

Te doy una probada de tu propio chocolate — al conocerlo supuse sonreía orgulloso — Debo irme; ayudaré a mi novio con algunas cosas...

— Ari; decir "iremos a coitar" es natural. Eso de "ayudar con algunas cosas" nadie te lo cree — ahora fui yo quien se permitió reír al escucharle avergonzado tras la otra línea.

¡Te detesto a veces! Es en serio, le voy a ayudar...

— Si; Si, claro. Por supuesto— le di por su lado— Me saludas al socio.

Jodete Cooper; ahí viene, debo irme...

— ¡Tienes el mandil bien puesto! —hablé alto para molestarle. Acto seguido comencé a hacer sonidos aptos para mayores de 18; si algo disfrutaba en esta vida era molestarle.

Le escuché maldecir y más allá la voz de su novio preguntar con quien hablaba. Al saber que cumplí mi cometido de molestar terminé la llamada satisfecho de mí trabajo. Mi amistad con él es única.

Iba a extrañar su presencia en la competencia. A veces me duele saber que no puedo tenerle todo el tiempo conmigo debido a que vivimos en lugares diferentes. Aun así eso me parece más único, ya que aun estando lejos logra apoyarme. Eso me hizo recordar cómo nos conocimos.

El planeta de EidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora