RENNAN
La competencia solo impulsó mi aproximación hacia Eiden; ya que luego de ese pequeño momento que compartimos dentro de la piscina sentí que desde Saturno podía observar su planeta a lo lejos. No puedo explicar con exactitud lo que mi cuerpo sintió al escuchar las palabras que él me dedicó para hacerme sentir mejor con respecto a mi cuerpo, solo sé que si él quiere recorrerlo no tengo problema con eso. No cuando se trata de él.
El mes fue pasando; no supe en que momento todo avanzó entre nosotros, pero ahora lo sentía integrarse por completo a mi grupo dejando más libre su esencia. Al parecer el color de cabello fue su primer paso para mostrar el universo que lleva dentro por que ahora lucía más feliz y animado.
Aún tenía actitudes extrañas por momentos y yo seguía alerta de todo pero su malestar solía durar solo un día, eso mostraba una mejora ya que con anterioridad tardaba semanas. Eso lo apunté bien en la libreta.
Pero, si bien el tema de Eiden marchaba para mejor, todo relacionado a mi familia parecía tensarse. Afortunadamente no había hecho presencia nuevamente el hombre misterioso pero mi padre no tranquilo con eso contrató seguridad. Siempre he sido consiente de la fortuna que acompaña a mi familia; sin embargo, jamás había sido de mi gusto reflejar mi economía por lo cual tener sujetos uniformados fuera de la casa me generaba conflicto.
A Gala no pareció molestarle que uno de ellos le siguiese cuando iba de compras; dice que le ayuda a cargar y le va bastante bien. Para mí es molesto sentir que tengo una sombra más. Mis amigos trataron de bromear respecto al tema pero no me parecía muy divertido, me preocupaba.
Me pasé un par de veces por el trabajo de papá; y tal como imaginé sujetos de negro vigilaban la tienda y el mismo de siempre no se le despegaba a papá. Todo me generaba mala espina y yo iba a averiguar esto tarde o temprano.
—Tú sabes algo— entré a la habitación de Gala sin tocar. Ella quien se encontraba tirada en su cama tecleando en su teléfono no tardó en elevar la mirada confundida por el tono de voz que usé.
— Primero se saluda. ¿Ahora de que hablas?— palmeo a su lado; solté un suspiro y me aproximé a ella pero no tomé asiento.
— Sabes a lo que me refiero. Seguidad por todos lados, aquel hombre. ¿Quién diablos es? — fruncí el ceño cansado de tener que pasar mis noches en vela buscando información tanto de lo que pasa con mi chico como de la situación.
— Rennan. ¿Crees que ellos me dirían?— elevé una ceja; bufó al saber que tenía razón — Mira, no estoy al tanto de las cosas. Si quieres respuestas habla con mamá y papá. Ahora, ¿Puedo proseguir con mi investigación?
— Sólo estoy cansado de esto Gala— me dejé caer en su cama— ¿De qué investigación hablas tú?
— Me ocupo en resolver el problema del asqueroso director y la trata de blancas que hay tras él — al escucharle inmediatamente me acomodé a su lado para estar al tanto.
— ¿Trata de blancas?—
— Oh vamos. Fue extraña su actitud hace tiempo que le pedí apoyase mi campaña. Obviamente no me quedé de brazos cruzados y busqué a la chica — nos miramos. A veces creo que el investigar está en la sangre o quizá sólo somos muy metiches.
— ¿Y qué encontraste?—
— Obviamente no sé quién es. Pero una vez la encontré entrando a un lugar de mala muerte junto al asqueroso director— al finalizar su comentario ambos soltamos una mueca de asco, ese hombre tiene aproximadamente 60 años.
— Es asqueroso. Pero no hay pruebas suficientes —
— Eso creí. Pero no son suposiciones mías Rennan; le pedí a Julián me ayudase a investigar y me jura que vio como ingresaban ahí a niñas...¡Niñas!— frunció su ceño al relatar la historia — Hombres asquerosos entran ahí...Y ellas...

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El planeta de Eiden
FanfictionEiden no pertenecía a este mundo; el tenía su propio planeta y yo deseaba formar parte de él.