Maratón 2/3
EIDEN
Los días habían pasado desde que Rennan Cooper y yo nos encontramos a altas horas por obra del destino. Las pesadillas persistían y eso me mantenía con los pelos de punta; sin embargo, esta mañana fue diferente. Fue como si mi mundo me protegiera de aquel meteorito que me atormentaba día a día.
Por fin tuve un buen sueño; uno donde estaba libre de cualquier dolor, tormento o lágrima. No recuerdo con exactitud de lo que trataba; pero al despertar el café y azul seguía en mi mente. Eso fue suficiente para saber que estaría bien.
Mamá y papá no hicieron preguntas tontas; mi día parecía ser brillante en todos los sentidos, tomé a tiempo el bus y al parecer mi primera hora se había cancelado así que podría escribir sobre un mundo nuevo donde abundaban dos colores. Sin embargo; todo pareció desvanecerse al mis ojos captar algo.
Rennan Cooper se encontraba en la entrada trasera del instituto junto a un chico un poco mayor, fornido, cabello perfectamente peinado, sonrisa ladina, piel morena; con camisa que dejaba al descubierto un poco de su pecho.
Lo que hizo que mi planeta sintiese un asteroide cerca fue al ver como ese chico se deshacía del gorro de Rennan ganando las risas del rizado el cual peleaba tontamente con él tratando de conseguir la prenda. El golpe final fue observar como aquel extraño pasaba una mano por su cabello.
Inmediatamente algo dentro de mi se encendió. Algo que yo desconocía; se sentía como un cohete despegando; el estruendo que dejaba abajo, así me sentía yo. Inconsientemente mis puños se apretaron y decidí direccionarme hacia mi particular banca que habitaba durante los recesos.
En mi mente no dejaba de reproducirse esa imagen una y otra vez mientras buscaba con desespero aquella libreta que me acompañaba a cualquier lado junto a un bolígrafo para expresar sentir.
No entendía como aquel desconocido tenía el derecho de pasar sus manos por los rizos de Rennan; o aun peor, por que él parecía disfrutarlo y le regalaba risas.
Ahora es que comienzo a preguntarme si a hecho más cosas como esas con demás chicos.No sabía que era peor. Los acontecimientos que mis ojos habían captado o que dicho suceso me genere tanta rabia. Quizá las dos.
Lo que parecía ser un buen día en dos segundos se convirtió en uno lleno de rabia y confusión.A veces te detesto Rennan Cooper
RENNAN
— ¿Seguro que no vienes?— preguntó Julián tras regresarme mi preciado gorro rojo. A él le encantaba despojarme del mismo como broma.
— Muy seguro; tengo pendientes— mis ojos vagaron por la escuela intentando encontrar al chico de ropas negras con el cual había compartido un par te textos durante estos días.
— Sólo Rennan Cooper se queda en la escuela sabiendo que no hay clase—me miró burlon logrando que ruede los ojos— ¿Te veo luego en tu casa?
— Claro; hasta entonces —se alejó no sin antes bajar mi gorro hasta cubrirme los ojos. Eso me hizo reir.
Llevaba tiempo sin ver a Julián y su presencia me agradaba; aún que no sabía cuanto tiempo duraría eso. Pero no quiero pensar en eso ahora; me interesa más encontrar a aquel pequeño chico con el cual me siento más cercano últimamente.
Me disculpé con mis amigos por pasar de ellos hoy; pero quería aprovechar el día en compartir un par de preguntas con Eiden Price. Aún no había avanzado de Venus y necesitaba llegar a la Tierra para sentir su proximidad.
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El planeta de Eiden
FanfictionEiden no pertenecía a este mundo; el tenía su propio planeta y yo deseaba formar parte de él.