°
—Es un placer conocerte —besé el torso de su mano algo nervioso.
No todos los días agarraba valor para presentarme a una chica así de directo.
La verdad es que nunca lo había hecho, siempre llegaban ellas, sin compromisos o algo por el estilo, yo accedía porque no tenía nada mejor que hacer. Pero siempre era un problema después, querían más y yo las rechazaba sin escrúpulos, mi temperamento era muy desagradable, solo salía si me insistían mucho, porque odiaba a la gente que presiona.Pero si por mi fuera no salía nunca, aunque mis padres decían que tenía que socializar, estaba por cumplir veintiuno y mi vida es de instituto en instituto, siendo tachado de loco, raro, entre muchas otras. Fui de pelea en pelea hasta que me expulsaban por no dejarme. ¡Por no dejarme!, mi vida siempre había sido complicada, pero, una persona llegó a llenarla de esa paz que tanto necesitaba.
—Mucho gusto Frank —sonrió amable.
Sus lindos labios me llamaban, ahí es cuando comprobé que si existe el amor a primera vista.
Las personas indicadas son capaz de cambiar para bien en todos los sentidos a una persona que se encuentra hundido en un hoyo profundo, sacarlo y volverlo una nueva persona, te salva de ti mismo, mientras te da ganas de vivir.
—Feliz cumpleaños guapo —me abrazó de sorpresa y no pude evitar aspirar toda su fragancia, su olor me volvía loco, no había duda.
—Gracias belleza —nos separé, uní mi frente con la suya.
—21 años, ¡wo!, eso lo tenemos que celebrar —me miró picara y enroscó sus brazos en mi cuello.
—Tranquila no hay que apresurarnos —apreté mi agarre en su cintura.
-—¿Cómo quieres que no lo haga? ¡Eres un Dios! —me miró con puro encanto.
Mi cuerpo se estremeció.
—Pero ya sé que apenas llevamos unos meses, y que lo nuestro no es oficial —se separó de mi con indignación —. Ni modo —se encogió de hombros —. Tendré que aguantar.
—¿Quieres ser mi novia oficial? —la vi asombrarse, un destello en su mirada iluminó mi vista.
—¿Estás hablando en serio? —se cubrió la boca con una mano.
—Ja meine liebe —pronuncié arrodillándome delante de ella. Extendí mis brazos en su dirección —. ¿Qué dices?
—Claro que por supuesto que si —saltó en mi dirección y me abrazó como si no hubiera un mañana.
Después nos unimos en un beso lento pero profundo que nos dejó con una respiración pesada, pero, lo que sentí era más de lo que pude imaginar, eso era sentir paz, sentir alivio, amor, de todo en un solo momento.
Pero, así como llega se puede ir, así como te da toda la vida, te da la calidez de lo agradable de la felicidad, así te lo quita sin siquiera pedir permiso, es algo que me queda claro.
Esa persona que no esperaba, pero llegó a mi sin pedirlo, esa persona que salvo de mí, me dio todo, ahora no me da nada, esas personas que me ayudaron a salir a la superficie me hunden más. Se que no es su culpa, se que ellas solo son peones para llegar al rey, destruirlo y acabarlo. No sé si lo han logrado, no sé si han quebrantado al "rey" pero, definitivamente han acabado con esas esperanzas que empezaba a tener, que esas personas me ayudaron a tener.
Corrí en dirección a la entrada dejando a una chica asustada hasta la médula en la banqueta, llamando a la policía entre llanto. Las lágrimas en mis ojos nublaban mi vista, mi respiración era tan pesada que podía sentir mi corazón en la garganta amenazando con salir de mí, estaba temblando, estaba vuelto un desastre, todo lo era.
Solo vi un cuerpo lleno de un tono carmesí que tanto conocía, yacía pálido y sin movimiento, no sabía qué hacía observando sin acercarme, estaba en shock.
Era ella, la que siempre estuvo para mí, era ella, su lindo rostro lleno de gotas de sangre, su cabello pegado a la piel de su cara, no me dejaba ver mucho. Un grito de pánico se formó como un huracán, no pude aguantar y unas lágrimas me abandonaron, ¿qué haces viendo morir a la mujer que siempre te vio como lo mejor de este mundo? Nunca me lo preguntaba, nunca lo imaginé, no tenía la respuesta.
—¡Frank! —gritó con puro pánico.
Mi vista recorrió la ventana rota a mi lado con las delgadas cortinas color miel que la adornaban, una mirada de dolor y miedo se atravesó con la mía, y lágrimas sin cesar salieron de sus ojos, me sonrió triste.
Susurró algo que no entendí, su cuerpo tembló. No me había percatado de la enorme mancha de sangre que adornaba su blusa color amarillo.
¿Por qué la vida es tan injusta?
Y entonces, todo volvió a ser igual que al principio.
Abrumación, dolor, confusión, pensamientos oscuros y comportamientos desagradables.
Con mucho dolor quise mantener mis pedazos armados. Llegando así, mi desarmador destino a jugarme chueco.
Aquí no se sabe nada, nadie vio lo que yo, es un infierno no saber quién es Culpable o inocente.
°
Instagram: licecarballo
ESTÁS LEYENDO
Culpable o inocente | En curso.
Mystery / ThrillerNo es un secreto que la vida es muy injusta. Con los que menos lo merecen. Los que tienen más sueños, los que quieren alcanzar algo, los que quieren un cambio son silenciados por las desgracias. ¿Cómo creer? ¿Cómo seguir? Si tan solo me hubieran dad...