24. Promesas, engaños y confusión

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THALIA

El entrenamiento fue sumamente pesado pero sin lugar a dudas, productivo. Zeus le enseñó a canalizar electricidad por todo su cuerpo, a manejar campos magnéticos, a arrebatarle el oxígeno a los monstruos, a usar el viento como cuchillas y a crear tormentas eléctricas catastróficas.

Lo primero que hizo cuando estuvo despierta fue tomar una ducha de agua tibia, y una vez vestida, se dirigió a la enfermería. Necesitaba comprobar algo que le había dicho Zeus urgentemente.

—¡Nico, Percy! —gritó emocionada mientras abría la puerta de par en par.

Percy ya se encontraba despierto. Miraba a través de la ventana de pie, completamente ileso y con una sonrisa saludable en su rostro. Había cambiado su ropa hecha jirones por un conjunto nuevo. Nico aún dormía, pero todas las quemaduras y cicatrices de su cuerpo habían sanado.

Cuando Percy se giró hacia Thalia, sus ojos verdes brillaron como gemas acariciadas por el sol mientras sonreía abiertamente.

—¡Ey! —Extendió los brazos y ella corrió a abrazarlo, por poco tumbándolo bajo su peso.

—¿Te das cuenta de que estás caminando? ¡Eso es imposible! Tenías fracturas de tercer grado.

En ese momento escucharon unos pasos acercándose precipitadamente. Annabeth irrumpió en la habitación con semblante preocupado. Al ver a Percy abrazando a Thalia se detuvo en seco. Abrió los labios por unos segundos antes de pronunciar palabras.

—Percy... estás...

—¡No es lo que parece! —chilló Percy, separándose de Thalia y confundiendo la reacción de Annabeth.

—¡Percy! —exclamó Annabeth sin ocultar su emoción— ¡Estás de pie! ¡Estás bien!

Percy parecía confundido al principio pero lo captó después de parpadear un par de veces. Se rascó la nuca.

—Ah, sí... uhmm, mi padre me echó una mano.

—El entrenamiento del que te habló Nico —reflexionó Annabeth.

Percy asintió con autodeterminación en su mirada.

—Mi padre me dio otra oportunidad para luchar.

—¿De verdad lo viste cara a cara? —A Annabeth todavía le costaba creerlo, los dioses teniendo menuda consideración con sus hijos semidioses—. ¿En serio te entrenó personalmente dentro de tus sueños?

—Bueno... —Percy relamió sus labios y posó su mirada en el suelo—. Cuando me quedé dormido aparecí en el fondo del mar. Me encontré con mi padre y tuve que desarrollar ciertos poderes... —Titubeó.

Annabeth levantó una ceja ante la nueva actitud de su novio.

—Tiene que ver con la forma en que vencí a Polybotes —Percy levantó ligeramente la mirada para observar la reacción de Annabeth—. Yo... —Las palabras salían con dificultad—. Tuve que manejar líquidos que no son agua.

Ante eso, Annabeth abrió los ojos, asustada. Lo ocultó enseguida pero fue muy tarde. Percy lo notó y volvió a bajar la mirada, dolido.

—Annabeth, lo siento. Sé que...

—¿Qué controlaste exactamente Percy? —lo interrumpió Annabeth.

—Veneno y... sangre.

Percy cerró sus ojos con fuerza, como esperando lo peor. Había demasiada tensión en el ambiente. Thalia trató de pensar en alguna forma de impedir que Annabeth hiciera algo de lo que se fuera a arrepentir. Sin embargo, la reacción de su amiga la sorprendió para bien.

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⏰ Última actualización: Sep 11 ⏰

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La ira de la tierra  [HoO Alternative #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora