Mason Percy
Luego de que Julie se fue no volvió a entrar a la habitación donde me mantenían cautivo.
Por las dos ventanas de la habitación pude notar que ya era de mañana. Sintiéndome valiente apoyé mis manos en el frío suelo en el que había dormido, doblé las rodillas aún juntas por las ataduras en mis tobillos, logré agacharme de una forma para nada cómoda pero con un poco de esfuerzo mi objetivo vio la luz, fui dando pequeños saltos hasta una de las ventanas -la que estaba al lado de la cama- y con mis manos libres intenté abrirlas pero estaban selladas.
Eran unas putas ventanas selladas. Podía verse la luz de afuera, también todo lo demás. Pude notar que estábamos en una especie de campo, había muchos hombres afuera, unos quince mínimo, todos vestidos de negro pero sin armas en sus manos. Imaginé que estaban custodiando el pequeño cuarto donde me tenían.
A pesar de que yo podía ver con tal claridad el exterior, ellos parecía que no podían ver nada, uno de los hombres que estaba cerca de la ventana miraba curioso con su ceño fruncido.
Me quedé contemplando el exterior, pensando en una forma de escapar, buscando un cabo suelto en este secuestro que a simple vista se veía perfecto, nadie me esperaba en casa hasta dentro de un mes así que no se preocuparían, mucho menos me buscarían.
¿Por qué me secuestraron? ¿Quién era mi tatarabuelo?
Mi más reciente hipótesis indicaba que mi tatarabuelo era un hombre con mucho dinero, quizás se lo había heredado mi padre en secreto y me secuestraron para que él pagara mi rescate. O tal vez le debía mucho dinero y esta era la manera de aportar presión para que pagasen.
El sonido de una llave introduciéndose en una cerradura me sacó de mis pensamientos.
¡Estaban abriendo la puerta y yo aquí mirando por la ventana!
Me dejé caer en la cama a mi lado y fingí que estaba dormido, el sonido de pasos entrando a la habitación no tardó en llegar.
—Creo que ese chico es inteligente y hábil. —comentó la voz masculina de Will, a quien no le veía el rostro aún.
—Debió ser difícil llegar hasta allí con los pies atados, y además esa cama no es para nada cómoda. —añadió Julie. Se escuchó el fuerte suspiro de Will.
—Lo sé, pero son las órdenes del Alfa, no se puede desobedecerlo.
Así que ese tal Alfa era quien me quería en cautiverio.
¿Quién era el Alfa? ¿Un mafioso? ¿Vendedor de órganos? ¿Un secuestrador?
Eso último estaba claro, por algo estaba aquí.
Y ese nombre ¿sería un apodo? Porque era horrible, pero original.
Seguí con los ojos cerrados para que continuaran hablando.
— ¡Oh! ¡Mira, Will! Frunce el ceño mientras duerme. —chilló Julie. ¿En serio era importante mi ceño fruncido?
Estaba que abría mis ojos y le decía que se concentrara, que no fuese una inmadura, pero coloqué mis ojos en blanco y me abstuve de eso.
—Por favor, concéntrate —ordenó Will, y aunque en este momento fuera mi enemigo estaba de acuerdo—, puede despertar en cualquier momento. Ahora dime ¿supiste algo de la chica?
Un silencio horripilante se apoderó del lugar.
¿Acaso...?
—No obedeció al Alfa. —respondió Julie.
¿Por eso la pueden matar? ¿O ya la mataron?, quise preguntar pero nada salió de mis labios.
—Esperemos lo mejor. —susurró Will—. Vamos a despertar al muñequito.
Me dio escalofríos pensar que Will me despertaría, era un tipo que no se dejaba engañar fácilmente.
—Yo lo hago, a veces tus métodos para despertar o cuidar se confunden con los de torturar. —manifestó Julie.
—Eres una aburrida. —reprochó Will y sentí alivio al saber que era Julie quien me "despertaría".
Pude percibir como se colocaba en la cama ya que esta se hundió un poco a mi lado.
—Hey, chico, es hora de despertar. —dijo cerca de mi rostro.
Abrí mis ojos lentamente como si de verdad hubiese despertado.
— ¿Qué pasa? —pregunté con voz ronca. Joder, sí que me salía bien, debería ser actor—, ¿es hora de irme?
—No, pero daremos un paseo para que no pienses que somos unos monstruos. —dijo Julie mientras sonreía.
Julie me ayudó a sentarme en la cama y en cuanto lo hice mis ojos se posaron en el chico musculoso frente a mí, era la primera vez que veía a Will. Era tal como me lo imaginé al oír su voz, con la sonrisa maliciosa incluida.
Segundos después Will sacó unas esposas del bolsillo de atrás de sus pantalones y comenzó a acercarse a mí.
—Pero vamos a tener que colocarte esto.
***
Media hora más tarde estaba caminando por el jardín, una idea fascinante para cualquiera pero no para mí.
Estaba esposado de manos con una adolescente y un hombre loco/psicópata a mi lado.
No había nadie más en el jardín a quien pudiera pedirle ayuda, sin embargo a los pocos minutos apareció una chica rubia que se detuvo a mirarme, su rostro expresaba horror, también la ira marcaba sus poros. Creí que podría hacer alguna señal para que me ayudase ya que estaba muy lejos para ir hasta allá, pero Will se dio cuenta de su presencia antes.
—Joder, lo vio. —bramó algo asustado.
— ¿Qué haremos? —cuestionó Julie, ella sí estaba aterrada—, no podemos llevarlo de nuevo allí.
Los miré a ambos queriendo correr pero no podía, ellos me tenían por los brazos.
—Solo hay un lugar más seguro que este, y es a donde iremos. —declaró Will.
Julie asintió, ambos con sus manos en mis brazos me empujaron hasta un auto que estaba estacionado detrás de la pequeña casa, me echaron en el asiento trasero y aseguraron las puertas.
El camino fue algo largo pero ninguno habló, fue un viaje muy silencioso. No tenía intenciones de hablar ya que sería en vano.
Al llegar pude ver que el lugar era una mansión, era enorme y tenía muchas casas pequeñas alrededor y un bello paisaje de fondo.
¿Por qué a estos secuestradores les gustan las cosas tan bellas?
Will -quien estaba manejando- bajó del auto junto a Julie y fue el primero que me abrió la puerta y me tomó del antebrazo.
—Vamos.
Íbamos caminando por un sendero en silencio hasta llegar al que sería mi nuevo encierro cuando una melena castaña llamó mi atención.
Giré mi cuello como un resorte, la dueña de la melena castaña también me miraba.
Era ella, la chica de la parada de autobuses.
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Secuestrados por la Realeza
FantasyUnas vacaciones lo pueden cambiar todo. Desde la manera en que te sientes acerca de la vida hasta la vida en general. El misterioso sentido de la vida se puede encontrar en las cosas que nos rodean, y a veces esas cosas no siempre son lo que creem...