Murió Mi Amor

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Liu wen

Fue el peor vuelo que eh tenido  en toda mi vida, salir del vuelo y verlos tan felices a mitad del aeropuerto me molestaba demasiado, por culpa de su estúpido hermano tuve que viajar en clase turista mientras que ellos habían viajado cómodamente, apresure mi paso no me quedaría en ese lugar a observar como todos esos idiotas se abrazaban alegres por volver a ver a ese estúpido omega.

Cuando salí del aeropuerto me lleve una agradable sorpresa, ahí estaba el amor de mi vida, esperando, recargado en el auto gris plomo, con un hermoso traje negro que le hacía resaltar aún más sus facciones, que no me sopredia ver a más de una persona volteando a verlo, era sumamente atrayente ese hombre del cual me enamore, camine con más decisión hacia él con una sonrisa en mi rostro.

— ¿Hace mucho que llegaste Jang Lee? — emocionada le di un casto beso en sus labios.

— Por ti mi vida podría esperar milenios — me abrazo fuertemente haciéndome sentir segura en sus brazos  — subamos al auto y ahí me platicas que tal estuvo tu vuelo.

Ambos subieron al auto, Jang Lee comenzó a conducir en dirección al hotel en el que su amada había reservado habitación, durante el trayecto Liu Wen se quejó de lo que había pasado en el vuelo, él sólo se limitó a escuchar las quejas de su amada prometida.

Al llegar a su destino, la acompaño hasta la habitación del hotel situada en el séptimo piso, ambos pasaron a la habitación.

— Lograste saber quién nos tomó las fotos en las isla Jeju — tomó dos botella de agua del Mini bar.

— Por supuesto que lo sé bebé, sabes que para mí no hay imposibles - tomo asiento en uno de los sillones de la sala.

—No esperaba menos de ti — le entregó una botella de agua — ¿quién es la rata traidora?

— Te sorprenderás cuando te diga quien lo hizo — le dio un trago a la botella.

—Me lo dirás o lo seguirás manteniendo en secreto – lo miraba con una de sus cejas levantadas.

— Fue Hangeng quien nos tomó esas fotos – dejo la botella de agua en la mesita que tenía frente a él – se dio la casualidad que justo ese fin de semana ellos también se encontraban en la isla Jeju vacacionando.

— Maldición, lo quiero muerto – la ira se reflejaba en sus ojos – de no haber sido por ese imbécil en estos momentos estaríamos disfrutando de la fortuna que le pudimos haber quitado al idiota de Choi Siwon.

— Sabes muy bien que no necesitábamos el dinero de ese estúpido alfa – volteo a verla – yo te puedo dar todo lo que me pidas –acaricio su mejilla con ternura – todo lo mío, todo lo que poseo, todo absolutamente todo, incluida mi alma y mi ser te pertenecen, lo sabes muy bien.

— Lo sé amor, pero no nos hubiera caído mal algo de dinero extra – tomo entre sus manos la mano que él tenía en su rostro – pero lo que más quiero y que hasta ahora no me has podido dar, es un hijo, un fruto de nuestro amor - lo vio a los ojos con ternura - al fin podremos ser padres, ya nada no lo puede impedir.

— No sabes cuantas ganas tengo de embarazarte, de ver como mi semilla crece dentro de ti poco a poco, disfrutar de cada instante y ver crecer a ese hermoso ser fruto de nuestro amor.

— Sabes ¿podríamos empezar ahora mismo? – lo miro a los ojos con deseo.

— Ahora no mi vida, este fin de semana estaré sumamente ocupado y necesitare de todas mis fuerzas, si empezamos ahora me agotaras y no lograre terminar a tiempo el trabajo – le sonrió – mi padre tiene unos asuntos y quiere que le ayude de ser necesario, tengo que estar listo para cualquier cosa que llegue a pasar.

Matrimonio arreglado (SiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora