Extra: Yewook

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-¿¡Cuándo te enamoraste de mí!? - le grito Wookie molesto y al borde del llanto.

-...

-Tenía razón cuando dije que no me amabas - miro a otro lado - este amor es unilateral y yo ya me canse de esto, me canse de amar por los dos - camino a la puerta - Yesung no me vuelvas a buscar, yo ya no estaré para ti cuando lo hagas... ¡te odio! - azotó la puerta y salió de ese lugar lo más rápido que sus piernas le permitieron, no lloraría frente al hombre que no valoro el amor que le brindo todo ese tiempo, no le daría el gusto de verlo derrotado.

Yesung se quedó en su habitación asimilando lo que acababa de suceder, no entendía lo que había pasado creía que Wookie lo comprendía, acababa de perder apenas hace una semana a su pequeño hermano y lo único que él pedía era estar solo ¿tan difícil era que lo entendieran? Había perdido su principal motivo para seguir viviendo y su segundo motivo lo acababa de botar solo porque no pudo responder una sola y simple pregunta ¿Cuándo te enamoraste de mí? pero tampoco le dio el tiempo de pensarlo y hablarlo, aunque a decir verdad no sabía en qué momento lo empezó a amar.

Él estuvo a su lado cuando perdió a sus padres y no supo en que momento el pequeño lo había enamorado, no supo si fue por su gentileza y amabilidad con la que lo trataba o si fue por las pequeñas cosas que hacía por hacerlo sonreír o por la sonrisa que mostraba cada que lograba hacerlo comer o el simple hecho de que siempre se mantuvo a su lado en todo momento.

A decir verdad no sabría decir que fue lo que lo enamoro exactamente, amaba todo lo que Wookie hacía, amaba sus pucheros, sus berrinches, la manera en que dormía o despertaba, no había nada más tierno que verlo recién despierto por las mañanas, amaba verlo en la cocina y la destreza que mostraba cada que cocinaba, amaba que lo regañara porque sabía que al final terminarían riendo por lo sucedido, amaba cada parte de él, cada acto, rasgo, destreza, cada parte de su piel, su sonrisa, sus ojos, su sedoso cabello, amaba su dulce y seductor aroma, amaba besar sus labios y tomarlo de la mano, lo amaba demasiado, tanto que nunca lo obligo a estar con él o que se sintiera presionado para hacerlo, quería que la primera vez no solo de Wookie si no también la de él fuera inolvidable.

¿Que si quería hacerlo suyo?

Demonios SI en más de una ocasión se tuvo que contener para no arrancarle la ropa, pero ahora eso ya no importaba, Wookie no le había dado tiempo de siquiera responder, él solo se apresuró a sacar sus propias conclusiones y estas eran erróneas.

De nada serviría buscarlo su Wookie estaba herido por no responderle y si lo confrontaba posiblemente volvería con el corazón aún más herido y roto si le volvía a decir que lo odiaba, lo mejor era dejar las cosas como estaban, le daría el tiempo que necesitara para poder hablar con más calma las cosas, si no las empeoraría más de lo que ya estaban.

~°~

Habían pasado lenta y dolorosamente tres semanas desde que había terminado su relación con Yesung, en las cuales había sufrido, había llorado y gritado su nombre, pero por más fuerte que lo llamara, por más alto que gritara él no llegaría no acudiría a su llamado, había hecho mal al dejarlo pero estaba cansado y arto de las esquivas del mayor, aunque quería verlo, besarlo y abrazarlo, tenía que mantenerse firme, no volvería a caer en los brazos de él, al menos no tan fácilmente.

Decidió que ya era tiempo de visitar a su Hyung Teuk y a la pequeña princesa de su amigo, así como también a los gemelos, los pequeños no tenían la culpa de lo que había pasado con ellos, además extrañaba jugar con ellos, verlos sonreír y escuchar sus risas era como ver a su fallecido amigo, se dio una ducha, arreglo su aspecto y desayuno.

Salió de su casa con rumbo a la mansión de los Kim, sabía que los gemelos estaban al cuidado de Key y Teuk, puesto que Siwon se la pasaba trabajando todo el día y no tenía el tiempo suficiente para cuidar a sus hijos, camino hasta la parada del autobús y espero por unos cuantos minutos, hasta que llego el que lo dejaría más cerca a la casa de sus amigos, subió a este, pago y se sentó en los últimos asientos, se sentía nervioso después de todo ese tiempo volvería a ese lugar y tenía miedo de ver a Yesung no sabía cuál sería la reacción del mayor al verlo de nuevo, de tanto estar pensando en lo que sucedería llegó a su destino, bajo y comenzó a caminar en dirección a la mansión.

Matrimonio arreglado (SiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora