Capítulo VIII

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Después de intercambiar números y logrado que Minho pusiera el número de Jisung en marcación rápida, éste lo había convencido de que debían hablar siempre ya fuera de frente o por teléfono. Minho parecía renuente pero había aceptado luego de mucho insistir por parte de Jisung. 


Entre preguntas y respuestas, ambos se dirigieron de regreso a la clase de arquería. El profesor les llamó la atención a ambos por retrasarse tanto. Aquella entrada al aula no pasó desapercibida ni por Changbin ni por Hyunjin que entrecerraron los ojos al ver ambos chicos entrar juntos. 


-¿Desde cuando le hablas a Jisung? - le susurró por lo bajo Changbin. 


-Hmmm... - no sabía cómo responder aquella pregunta sin que su amigo se alterara, debía escoger bien sus palabras -... Desde la fiesta en el bar. 


-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿En qué momento?! - preguntó levantando la voz. 


-Señor Seo, por favor concéntrese y deje a los demás concentrarse - le llamó la atención el profesor. 


Changbin se sonrojó y asintió disculpándose. 


-Antes de que te fueras, cruzamos palabras. 


-Pero si estuve contigo en todo momento y no recuerdo que se nos acercara - reclamó. 


-Cuando saliste a tomar la llamada del accidente de tu padre. Él estaba sentado junto a nosotros - le explicó sin mucho detalle.


-¡Ese tipo! - exclamó - Aprovechó que me descuidé para tomar ventaja sobre ti. 


-No se aprovechó - defendió Minho, aunque no estaba tan seguro al respecto - Incluso fue el chico que me defendió de los abusones de ese día. 


-¡¿QUÉ!? - gritó. 


-Seo Changbin si le vuelvo a llamar la atención tendrá que salir inmediatamente de mi clase.
Changbin se puso rojo como un tomate e hizo una reverencia de disculpa. 

Todos habían volteado a ver quién había gritado. Jisung sonrió de lado al darse cuenta quién era, definitivamente estaban hablando de él y al parecer, al tal Changbin algo no le había gustado; que se acostumbrara, ahora que tenía el número de Minho, no se iban a librar tan fácil de él.


-No hagas tanto escándalo, te necesito en clases conmigo o no podré lanzar - susurró Minho. 


-Lo siento, lo sé, es solo que ¿Cómo estás seguro que es él? Te puede estar engañando. 


-No lo está, te lo aseguro, reconozco su voz. 


-Entonces, ¿por qué no me dijiste que fue él quien te salvó? Dijiste que era un desconocido - le reclamó Changbin. 


-No te mentí - se defendió - solo que en ese momento no sabía cómo se llamaba - se calló. 


Si continuaba hablando tendría que explicar que Jisung lo había estado siguiendo por semanas y él no había querido contarle a Changbin que sentía que alguien lo seguía. Había ocultado sus miedos al respecto del pelinegro y explicarle ahora que ya sabía quién era su perseguidor equivaldría a miles de regaños por parte de Changbin. 


-Min- lo llamó dulcemente. 


El aludido giró su rostro a la voz de su amigo, dejándolos a solo unos centímetros de distancia. Aquello no pasó desapercibido por Jisung que los observaba a la distancia entornando los ojos y apretando fuertemente los puños. 


-...Sabes que él no es chico bueno,¿verdad?


Minho se mordió el labio, lo sabía, pero era la primera vez que alguien se acercaba a él sin sentir lástima. Saber que Jisung lo había seguido en secreto varias semanas solo para protegerlo lo hacía sentir bien, como hacía mucho tiempo que no se sentía. 

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