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Capítulo IXX

Jisung se encontraba sentado debajo de un árbol en los jardines de la universidad, a su alrededor se encontraban algunos chicos y chicas hablando entusiasmados por el cumpleaños del chico. Hyunjin había decidido recostarse en las piernas de Jisung intentando llamar su atención sin éxito alguno, había notado a su amigo distraído desde hacía unos días atrás, y ahora lo veía observar la nada perdido en sus pensamientos. Hyunjin decidió seguir la mirada de Jisung y descubrió que su amigo en realidad no apartaba la vista de Minho que se encontraba a lo lejos sentado bajo la sombra de otro árbol junto a Changbin y Jeongin. 

Hyunjin sintió un leve escalofrío recorrer su columna al ver al menor, aún recordaba su cálida mano sobre la suya y sus dulces palabras de aliento susurradas en su oído. Después de haber salido corriendo en pos de Jisung aquel día, no había vuelto a hablar ni a ver al chico, aunque éste tuviera su número y le escribiera todas las noches. Era mejor olvidar todo, pasar la página y seguir viviendo sus antiguas vidas, las vidas que tenían antes de conocer a Minho y los demás. 

-Jisung - llamó Hyunjin acariciando una de las mejillas regordetas del chico, pero el contrario ni se inmutó ante el toque. 

Hyunjin se mordió el labio inferior un poco molesto, odiaba ser ignorado. Se levantó hasta quedar a un lado de Jisung y sin previo aviso tomó la cabeza del aludido y lo obligó a verlo

-¡Han!-exclamó casi gritando. 

El chico abrió sus ojos grandemente al notar a su amigo tan cerca de su rostro y luego su expresión se ensombreció. Las personas a su alrededor voltearon a ver la escena, incluso Minho que aunque no veía, dirigió su rostro hacia el lugar donde provenía la voz, la cual reconoció como la de Hyunjin. Su corazón latió dolorosamente al escuchar como Hyunjin llamaba a Jisung por su apellido, pensó que ese nombre sólo lo usa él, tonto creer que era el único siendo ese el apellido real del chico y no un apodo exclusivo. 

-¡Ya! - se alejó Jisung - No tienes que gritar para hablarme. 

-Parece que sí debo hacerlo, te estaba hablando desde hace rato - replicó bajito. 

-¿Qué decías? - preguntó escuetamente. 

-Decía que… YA TENGO EL VESTUARIO QUE USARÉ PARA TU CUMPLEAÑOS, DADO QUE SERÉ TU ACOMPAÑANTE - dijo Hyunjin lo suficientemente alto sin llegar a gritar para que Minho y sus amigos escucharán. 

Supo que lo había logrado cuando Jisung abrió sus ojos como platos y volteó a ver inmediatamente en dirección a Minho. 

El rubio había escuchado perfectamente, mordió su labio y tanteó el suelo en busca de la mano de Jeongin. 

-Creo que es mejor irnos - dijo apretando la mano del menor. 

Jeongin devolvió el agarre temblando ligeramente, él también había escuchado y en su interior había guardado esperanzas de que Hyunjin lo volteara a ver, pero acababa de chocar contra una gran barrera invisible pensando que jamás podría estar al lado del chico alto, él no era competencia para Jisung. 

Se levantó lentamente y ayudó a Minho a hacer lo mismo mientras que un malhumorado Changbin recogía las cosas a su alrededor para luego alejarse de aquel lugar. 

Jisung observó todo y su entrecejo se empezó a arrugar, giró su cabeza y fulminó con la mirada a su amigo. 

-¿Tenías que gritarlo? - dijo fríamente - Lo dijiste a propósito, ¿cierto? No todo gira alrededor de ti o esa estúpida fiesta. 

Sin esperar respuesta, se levantó y se marchó en dirección al parqueo, estaba harto de Hyunjin, de sus supuestos amigos, de la universidad, de la fiesta, de sus padres pero especialmente estaba harto de él mismo, de en quién se había convertido. Llegó a su auto, subió dando un puertazo y, sin ninguna dirección en mente, se alejó lo más rápido que pudo de aquel lugar maldiciendo su vida y lo estúpido que se sentía.

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Hola! Sé que es un capítulo corto y tal vez no diga mucho pero es una preparación para los próximos.
Gracias por leer!