Capítulo X

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Era un día bastante soleado, y ni el aire acondicionado era suficiente para calmar el calor. Jisung se encontraba nadando en la piscina de su casa tranquilamente, era fin de semana y con ese calor solo quería estar dentro de la piscina. Sus padres se encontraban planeando su fiesta de cumpleaños y aunque él había protestado que no estaba interesado, sus padres decidieron que era necesario aquel evento social. Faltaba solo una semana para su cumpleaños y sus padres sólo pensaban invitar a gente importante, cuando Jisung intentó que invitaran a Minho y a Changbin sus padres se habían negado rotundamente, llevándolos a una intensa pelea. Por último, sus padres para calmarlo habían accedido a invitar a Hyunjin pero en lugar de animar al chico, lo habían puesto peor, por lo que Jisung decidió no dirigirles la palabra y seguir como si estuviera solo. No era cierto, en realidad no se sentía sólo, cada vez que pensaba en Minho algo se inflaba en su interior haciéndolo sentir lleno, feliz. 


Jisung salió de la piscina y se acostó en una silla para recibir un poco de aquel ardiente sol. Empezó a sentirse adormilado, sus párpados se sentían muy pesados, tal vez podría darse una pequeña siesta. Estaba apunto de dormirse cuando escuchó su teléfono vibrar sobre la mesa junto a él, perezosamente estiró su mano para alcanzar el teléfono, tenía un mensaje de Bang Chan. 


Hey bro~ Esta noche tenemos carrera en la autopista hacia Incheon, vamos a competir con unos tipos de Gangnam (Taehyun), vamos a destrozarlos! 


Jisung suspiró, no se sentía de ánimos para competir. Estaba terminando de leer el mensaje cuando le llegó otro de Chan. 


Por cierto debes traer al chico bonito, olvidé su nombre xD. Innie quedó impactado desde la última vez, hazlo por el niño!!! <3


Jisung soltó una pequeña risa, aquel chico era increíble. Él había conocido a Bang Chan hacía muchos años cuando él se encontraba de vacaciones en Australia. Chan era un chico tres años mayor que él, de buen humor, apasionado y creativo. Se habían conocido por casualidad en una competencia en un autódromo en Sidney, ambos habían sido competidores y el Australiano había quedado impresionado por la forma de conducir del Coreano. Luego de eso, habían intercambiado números y Jisung había regresado a Corea, pero había mantenido comunicación con él chico, hasta que un día recibió la noticia de que el Australiano viviría en Corea por un tiempo indefinido y de eso hacía ya más de cinco años. Luego habían formado un equipo para competir en carreras ilegales, al inicio comenzaron solo ellos dos, pero conforme iban ganado competencias y ganando fama, habían aceptado más integrantes, entre ellos Jeongin, un chico tierno pero con una personalidad maligna, así lo había descrito Chan. El chico solo era un año menor que Jisung y era muy bueno manejando, especialmente en competencias en línea recta, era como una serpiente y tenía buen ojo para adelantar en el momento preciso. En el equipo también habían dos chicos que no manejaban pero eran excelentes mecánicos y artistas de pintura. Uno de los chicos se llamaba Seungmin y era bastante bueno haciendo diseños y modificando motores; el otro chico era la pareja de Chan, se llamaba Yugyeom y era un as para la mecánica. Entre los cinco se habían convertido en un grupo muy aclamado pero aún necesitaban dos pilotos más. 


Jisung empezó a recordar cuando en un ocasión, y después de que le insistieran mucho, había aceptado llevar a Hyunjin a una competencia, ya que su amigo quería conocer aquel mundo que lo apasionaba tanto. En ese momento, Jeongin había conocido al castaño y había quedado maravillado por él, por tanto, en cada competencia siempre preguntaba si Hyunjin iría, a lo que Jisung le respondía negativamente pues sabía que cuando el chico había insistido en asistir había sido solo por él y no le había prestado ni la más mínima atención al pobre Jeongin; así que Jisung había decidido no volver a llevar a Hyunjin a sus carreras. 

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