CAPITULO 22

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-¿Quién era? – pregunto Louis quien se levantó de la cama de un salto para recibirme con los brazos abiertos cuando me vio entrar a su habitación, me refugie en sus brazos absorbiendo su olor

-mi abuela- dije después de un momento, me separe de el y me senté en la cama doblando las rodillas y abrazándolas

-me hubiera gustado conocerla… seguro es una buena persona como tú – dijo mientras le daba un pequeño toque a mi nariz

-sí, lo es, es alguien muy agradable – Louis se sentó a mi lado abrazándome

-¿todo bien?

-ha estado un poco enferma… y le mentí – me acomode en el regazo de Louis

-¿y porque le mentiste?

-le dije que Peter  estaba aquí todavía – tomo mi barbilla levantándola y haciendo que lo viera

-¿Por qué le dijiste eso? – pregunto un poco confundido por mi pequeña gran mentira, pero sé que fue por el bien y tranquilidad de mi abuela

-ella está mal de su corazón Louis- explique – y su peor miedo siempre fue que nos adoptaran…. No lo hubiera soportado sin que hubiera consecuencias – el asintió comprensivo

-ya veo – me volvió a abrazar fuerte – pero ella querrá verlo en algún momento – me tense al pensarlo, si se me había cruzado por la cabeza la idea, pero hasta ahorita me cae el veinte de que es cierto… que ese día llegara y no sé si podre engañarla más

-ya se me ocurrirá algo – fue lo único que pude decir

-Haz lo que tu pienses que sea lo mejor – me dio un beso entre el cabello  - yo te respaldare siempre – sonreí bobaliconamente

-te adoro – levante la cabeza y le di un corto beso – necesito comprar ropa –dije de improvisto,  levanto una ceja mientras una media sonrisa se dibujaba en su rostro

-¿centro comercial?  - mordí mi labio inferior y asentí – está bien, vamos – nos pusimos de pie y en menos de dos minutos ya íbamos camino al centro comercial. Compre un poco más de ropa… para el trabajo, ya no tenía que ponerme, tome un par de pantalones y algunas blusas en oferta, y un vestido negro. Louis me espero con paciencia mientras le modelaba la ropa, hizo que cambiara algunas blusas por otras, porque él decía que eran muy provocativas, creo que exageraba pero para su tranquilidad las cambie, los dos salimos satisfechos. Él se compró un par de camisetas u unos zapatos.

Después de darle una vuelta a la ya conocida plaza regresamos al tan odiado orfanato. El resto del día nos la pasamos platicando en el patio trasero del orfanato riendo de cualquier tontería, al acercarse el atardecer nos metimos a arreglarlos para el trabajo. Me puse una blusa roja que compre, un pantalón negro y mis botines negros, me maquille como ya era costumbre y acomode mi cabello dejándolo suelto.

-pero que novia tan guapa tengo – escuche la voz de Louis en la puerta, volteé y estaba recargado en el marco de la puerta mientras me evaluaba, cerró la puerta y se acercó peligrosamente rápido a mi tomándome por la cintura –ya no quiero ir a trabajar – susurro cerca de mis labios

-pero tenemos que – le di un corto beso dejándolo con ganas de más mientras me separaba –vámonos – abrí la ventana con la intención de salir  pero Louis me detuvo, tomándome del brazo y jalándome a él pegándome a su cuerpo y me beso… me beso apasionadamente

-te amo _____ - dijo entrecortado por la falta de aire

-y yo a ti

-dilo – me ordeno mientras me pegaba más a su cuerpo – quiero escucharlo – sonreí y negué divertida provocando que levantara una ceja - ¿a no? – Negué otra vez – entonces te obligare a que lo hagas – de un rápido movimiento me tiro a la cama colocándose sobre mí- ¿lo dirás? – Pregunto nuevamente y volví a negar – bien – puso una mano en mi cintura y comenzó a moverla a lo largo de mi cuerpo – no saldremos de esta habitación hasta que escuche lo que quiero – hizo mi pelo y comenzó a besarlo

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