CAPITULO 24

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Solo de recordar de mi primer día en ese lugar un escalofrió recorrió mi cuerpo de arriba abajo, bien la noche no empezó bien pero no creo que pueda empeorar….

Bajamos del carro llegando veinte minutos tarde a nuestra hora de entrada, entramos y no había señales de Alexander así que ocupamos nuestros lugares para comenzar a trabajar, no había mucha gente siendo domingo por la noche, así que en ratos me perdía en mis pensamientos, me recargue en la barra observando nada en particular, ya no tenía nada pendiente que hacer me podía dar el lujo de descansar unos segundos, Louis estaba un poco ocupado, pensé en ayudarlo pero siempre que lo intento me da un beso y me dice que él puede solo

-hola - dijo un hombre quien se paró justo delante de mí, esa voz se me hacía muy conocida pero de ¿Dónde? Levante la vista observándolo a detalle, mi seño se frunció y la sangre se me helo, era él…. El que se quiso propasar conmigo, me enderece de un saltó e involuntariamente retrocedí un paso, no recordaba su rostro pero ahora que lo tengo frente a mí de nuevo sé que es él, sin duda es él.

-¿tú? - ¿Qué hacía aquí? ¿Qué quiere? ¿Por qué regreso? Quería preguntarle eso y más, pero simplemente no pude, esto era demasiado para mí, podía sentir los latidos de mi corazón aturdirme, la sangre abandono mi cara y un fuerte dolor estomacal me invadió de golpe. Estaba segura que era él…. Recuerdo su cabello negro y lacio, su altura, su nariz respingada, su altura y su voz, su asquerosa voz hablándome cerca -¿Qué quieres? – no sé de donde salió el valor para preguntarle aquello

-¿disculpa? – parecía no comprender lo que pasaba

-¿Qué quieres de mí? ¿Por qué regresaste? – aquí no podía dañarme ¿o sí?... no claro que no mis compañeros estaban muy cerca y Louis estaba a solo unos cuantos metros además  había una cantidad de gente considerable que se daría cuenta si él intentara hacer algo

-disculpa yo solo te quería pedir una copa, no sé de qué hablas- dijo sin más, sin mostrar expresión alguna, parecía realmente no entender de lo que hablaba, parecía tan seguro de no saber nada que me hizo dudar por un momento si  él era aquel hombre

-claro que sabes de lo que hablo – la sangre regreso a mi cara, la sentía caliente, estaba furiosa, intento aprovecharse de mí, pero ahora estoy en mis cinco sentidos y con ventajas al tener gente cerca

-no, no lo sé ¿me podrías dar un trago? ¿O le digo a alguien más? – una sonrisa apenas visible se dibujó en su rostro, claro que era él y esa sonrisa me lo confirmaba

-oh sí que lo sabes- gruñí sintiendo como la impotencia y la desesperación me invadían. Las piernas me temblaban como aquella noche

-no sé de qué hablas “zorra” – dijo haciendo énfasis en la última palabra, abrí los ojos a tope al recordar sus palabras “me pedirás más zorra”

-¡VETE DE AQUÍ! – grite un tanto desesperada por su presencia, mi grito llamo la atención de la gente que estaba cerca, incluyendo a Louis, el chico dio un paso para atrás levantando las manos en símbolo de rendición

-estás loca, no sé de qué hablas- parecía disfrutar de mi desesperación, las lágrimas de coraje e impotencia me invadieron

-¡QUE TE VAYAS!- se estaba burlando de mí, podía ver la diversión reflejada en sus ojos. El simplemente empezó a retroceder. Sentí un brazo rodear mi cadera… Louis ya estaba a mi lado.

-¿Qué pasa ______? – voltee a verlo con desesperación, tenerlo a mi lado me daba mucha seguridad, pero el pánico se había apoderado de mi-¿Por qué lloras? – paso un dedo por mi mejilla retirando la lagrima que resbalaba

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