CAPITULO 17

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Una mano que sujetaba un trapo que olía muy mal presionaba mi boca y mi nariz, intente quitarlo de mi cara pero me era imposible era alguien muy fuerte, veía para todos lados con la esperanza de ver a alguien que pudiera ayudarme pero la calle estaba desierta, pataleaba desesperadamente hasta que sentí un gran pesar sobre mí que me debilitaba, sentía que en cualquier momento me desmayaría pero antes de que eso sucediera me soltó, mis piernas me temblaban y tenía la vista muy nublada, intente caminar pero no pude, todo me daba vueltas, el corazón se me quería salir muerto de miedo del pecho

-hey con cuidado – el hombre me sujeto, voltee a verlo pero no podía todo estaba demasiado borroso, podía ver cómo me sonreía

-¿qui… quien eres- susurre y su sonrisa se hizo aún más amplia

-alguien que quiere pasar el rato contigo – me sentía fatal y su voz se me hizo conocida pero ¿de dónde?

-¿eres…. El chico del bar? – pregunte después de a ver pensado en quien podría ser y solo ese tipo se me vino a la mente

-así es muñequita – me sujeto por la cintura pegándome a su asqueroso cuerpo – pasaremos un muy buen rato – me intente alejar pero no pude, poniendo mis manos en su pecho y empujandolo

-suel… suéltame – el sonto una carcajada

-estas drogada, ahora vamos a divertirnos – comenzó a caminar mientras me sujetaba fuertemente

-déjame- alcance a decir – suéltame – el me ignoro y siguió caminando, por lo que veía nos alejábamos cada vez más de las luces de calle y nos adentrábamos a una calle obscura y pequeña -¿Qué me harás? – sentía como lagrimas rodaban por mi rostro y mi respiración se entrecortaba, hasta el punto de no poder respirar

-no llores, te gustara – me pego a la pared y comenzó a besar mi cuello mientras me tenía aprisionada– será rápido pero placentero – susurro en mi cuello, solté un grito ahogado

-no por favor no lo hagas- solloce rogando para que me dejara pero obviamente no lo hizo – no –

-no me hiciste caso cuando te lo pedí por las buenas – dijo para volver a besar mi cuello – así que será por las malas – comenzó a subir sus frías y sucias manos por mis piernas levantando mi vestido, sentía una sensación de repugnancia recorrer cada milímetro de mi piel  tras su toque

-no…. no- comencé a negar mientras intentaba quitar sus manos de mi cuerpo y su boca de mi cuello, podía percibir su olor a colonia barata y su aliento a alcohol, su contacto con mi piel era como si alguien me quemara o me desgarrara cruelmente

-quédate quieta – se separó por un momento tomando mis muñecas y estirándolas arriba de mi cabeza mientras las sujetaba con una mano

-por favor….- rogué nuevamente mientras que con su mano libre tocaba la orilla de mi escote, era totalmente repugnante

-eres tan bella – con una mano toco mi pecho y lo apretó muy fuerte, provocando que gritara –te gustara – soltó mi pecho y volvió a besar mi cuello... pero empezó a bajar y a bajar dejando un rastro de besos

-no –suplique, esto era de lo peor que me ha pasado en la vida y eso era mucho decir tomando en cuenta la vida que eh llevado a cabo –por favor… - volvió a mi cuello haciendo un gran chupetón en el

-ya es hora – susurro y desabrocho su cinturón –serás mía – oí como bajo el cierre, “ayúdame Louis” “por favor ayúdame” repetía una y otra vez en mi mente “Louis ayúdame”

-¡no por favor! – por más que suplicaba era inútil, comenzó a subir mi vestido y con los dedos rozaba mi piel, sabía que pasaría… me violaría, comenzó a jugar con el elástico de mi ropa interior mientras la bajaba lentamente, ¿así perdería mi pureza? ¿Con un hombre asqueroso? No… yo no quería que esto fuera así, yo me imagine que pasaría con alguien a quien amara y el a mi….. Louis me vino a la mente fugazmente

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