CAPITULO 34

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Becky llego a la habitación y me maquillo nuevamente, saco un vestido de tirantes y lo dejo en mi cama

-ponte esto mi niña – dijo, observe el vestido, era lindo, negro con flores rojas, algo corto. Me maldije a mí misma porque yo lo tome sin pensar en mi tatuaje y que quedaría a la vista

-no puedo ponerme otra cosa – dije mientras me ponía el vestido sobre la ropa

-¿no te gusta? Te quedara de maravilla- dijo entusiasmada

-es hermoso Becky pero…

-pero ¿Qué? –inclino la cabeza un poco de lado mientras fruncía el ceño

-tengo un pequeño problema-  dije mientras que me encogía de hombros, levanto las cejas y me observo

-me estas asustando ¿Qué pasa?

-tengo un tatuaje –dije rápidamente y espere a ver su reacción, abrió los ojos sin poder creerlo por completo

-¿Qué tu qué? –

-tengo un…

-si si no lo repitas – dijo moviendo las manos – un tatuaje…. ¿Por qué marcaste tu piel? – pregunto mientras lanzaba el vestido a la cama

-es algo significativo… y Louis también se lo hizo – ella asintió comprendiendo

-lo entiendo y ¿Dónde está el famoso tatuaje? 

-aquí- dije señalando el lugar en mi espalda

-ponte el vestido… lo cubriremos con un suéter

-gracias – dije. Hice caso a lo que me dijo y me puse el vestido, como era de esperarse mi tatuaje sobresalía de mi piel

-Vaya- dijo Becky mientras se acercaba a mi espalda, sentí como con su dedo recorrió el contorno  de mi tatuaje –no me gustan estas cosas- admitió sincera – pero este esta… lindo y supongo que tiene algún significado especial

-si – dije mientras asentía

-bien – dijo mientras me tomaba de los hombros. Podía ver nuestro reflejo en el gran espejo de cuerpo entero que teníamos enfrente. Puso su barbilla en mis hombros y me sonrió- buscare un suéter delgado para que te cubra y baje a cenar- me dio un beso en el hombro y se metió al armario a buscar algo que me combinara y me cubriera, pero entre los ruidos que hacia Becky mientras recorría los ganchos de un lado a otro, escuche el ruido de varios carros que se estacionaban frente a la casa, sin poder evitarlo me dirigí a la ventana y observe como alrededor de diez hombres bajaban de sus respectivos carros, todos y cada uno de ellos vestidos de traje, con lentes obscuros y con carros que cualquiera quisiera tener en su cochera, mi corazón se empezó a acelerar….. Dios por favor no….

-todo saldrá bien mi niña – dijo Becky mientras me colocaba el suéter negro de pequeños botones en la espalda

-¿me venderá ya de rápido? –ella vio un punto fijo en el piso y negó levemente

-no creo, es demasiado…. Rápido – cerró los ojos con fuerza y su ceño se frunció al igual que as arrugas alrededor de sus ojos

-¿Qué pasa? – pregunte un poco alterada 

-nada- dijo dudosa

-dime Becky – dije mientras me paraba frente a ella intentando verla a los ojos, pero no me dirigía la mirada –Becky…. Por favor – le pedí suplicante

-es solo que…

-¿Qué?

-no creo que te venda ya…. Quizá y solo te preste – retrocedí unos pasos hacia atrás mientras intentaba asimilar lo que me acababa de decir…. “prestarme”

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