Memories - (•SoonHoon•)

「5」

—Jihoonie, mira, ahí hay dulces, vamos.— Soonyoung tomó la mano de Jihoon con fuerza para comenzar a llevárselo al área de dulces.—Te compraré todos los que quieras, ¿si?

—Yo también tengo dinero, puedo comprar algunos, a ti te puedo comprar unos.

—Yo invito.

(...)

El pelinegro iba camino a la escuela, aún pensaba en las palabras que le había dicho su amigo, si conoce a Soonyoung, entonces debería hablarle para estar seguro.

Al llegar a la escuela, vio a varios estudiantes caminar. Entre ellos, Soonyoung. Bien, el plan era fácil; acercarse a Soonyoung, hablar normalmente con él y al final preguntarle si se conocían de algún lado o algo por el estilo.

—S-Soonyoung, hola.— ¿por qué tartamudea?—¿Llegaste bien a tu casa ayer?

El pelirosa lo miró confundido.

—Fuiste conmigo, ¿no lo recuerdas?— Jihoon estaba avergonzado por haber preguntado algo tan estúpido.—No te preocupes, de hecho te veías algo perdido.

—¿Que?

—Ajá, hablaba con Joshua pero cuando te mencionábamos no decías nada, sólo seguías caminando.

—Ah... estaba sumido en mis pensamientos, supongo.— Jihoon rió bajo. Estaba yendo perfecto, ahora solo debía preguntar.—Oye, Soonyoung...— el mayor lo miró atento, haciendo que le subieran los nervios al pelinegro, ¿que se supone que debía decir?—Nada, lo olvidé.

El profesor entró, haciendo que Jihoon se fuera a su lugar, justo detrás de Soonyoung, tal vez podía volver a preguntar mientras que el profesor daba la clase. Pero no, jamás pudo hablarle de nuevo, al parecer, el pelirosa estaba realmente concentrado en la clase que ni siquiera podía escuchar la voz del menor llamándolo.

Al terminar las clases, el receso comenzó, Joshua entró al salón, buscando a Jihoon y de paso a Soonyoung, se veía que el menor estaba tratando de hablarle pero el otro ni caso le hacía, Joshua sonrió.

—Jihoonie, vayamos a comprar algo, tengo hambre... Soonyoung, ¿vienes?

El mencionado los miró confundidos, era apenas su segundo día y al parecer ya tenía amigos. Eso era raro ya que a Soonyoung me costaba mucho hablar con la gente, jamás sabía que decir, pero ellos dos eran amigables. Son agradables.

—¡Claro, vamos!

Joshua y Soonyoung se retiraron, dejando a Jihoon completamente confundido en el salón, saliendo detrás de ellos.

—Jihoonie, come, los compré para ti.

El menor lo miró confundido. Sacó otra pequeña bolsa llena de más golosinas.

—También traje esto, podemos compartir.

—¡Jihoon!— el menor se sorprendió.—¿Que vas a querer? Soonyoung invita.

—Lo que sea está bien...

Jihoon estaba confundido, demasiado, ¿dos recuerdos? Eso no era normal, sólo tenía uno diario.

Joshua llegó a la mesa en la que se encontraban los dos chicos, poniendo la comida en su lugar, repartiéndola segundos después.

Jihoon debía preguntarle a Soonyoung, así se podría poner tranquilo.