Capítulo 15.

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“Los errores no pasan y si pasan tienen solución. Esa es mi frase para justificar una cagada magistral hecha por mi.
—Hazard Aitken.

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— ¡Yo la agarró! Damela.—insistio Boris a Distress cuando las puertas del elevador se abrieron y todos los presentes fueron saliendo. Los nombrados, Vixen, William y Spencer. Todos salieron del elevador del edificio de la azabache siendo recibidos por el señor Lee quien se les acercó al ver como traían en brazos a su vecina.

— Que no.— sentenció Distress por novena vez al ruso, lo tenia harto desde que salieron del hospital y de antes, siempre encima “Yo sujeto la mano de Circ en los exámenes”, “Me quedo hasta que de duerma”, “Come, lo traje para ti, Cinibu”. Maravillosos días ha tenido el lobo quien no sabe como no término internado en un hospital pero psiquiátrico con todo lo que ha aguantando, esta más que agradecido con la luna y su padre que le diera el alto a su hembra.

Los días estuvieron cargados de exámenes tras otro, visitas de los humanos amigos de Circce «Vixen y William», la familia Belenco, los Coonan incluyendo a Hamilton e incluso la manada Aitken, su familia ha ido a visitarla...Todos menos Ryn, Distress ha oído la preocupación de su hembra cuando habla con Boris, los beneficios de un excelente oído aunque también tiene sus contras que ahora los padece con el escándalo que hace el perro del señor Lee.

— Oh, Circce...— el señor Lee le dio una revisión completa quedándose un poco mas de tiempo en la rodillera y vendas de los brazos. Al menos no tiene a la vista los moretones de sus costillas que están desapareciendo.— ¿Cómo te encuentras?

— Mucho mejor de lo que parece, lo juro.— aseguró con una sonrisa llena de alegría por salir del hospital aunque Circce sería absolutamente feliz si la dejaran caminar a su hogar pero es una batalla pérdida.

— ¿Y Ryn? La pobre chica la he visto decaída.— la sonrisa de Circce desapareció con ese comentario sin ninguna mala intensión, el señor obviamente no sabía la situación de vergüenza que pasa la pelinegra.

— Esta bien.— respondió Distress.— Si nos disculpa, Circce aún necesita descansar.— el señor Lee asintio a la indirecta y se despidió de los adolescentes entrando al elevador para bajar y pasear a su Golden. Internamente Circce agradeció eso, sobretodo cuando Boris abrió la puerta del apartamento y todos pudieron entrar. Al fin en casa.

—Hale «casa» —Susurro la azabache tratando de bajarse de los brazos del lobo pero el alpha se lo impidió. Él soltó a su hembra únicamente en el sofá y sólo le dio espacio cuando puso almohadas bajo sus rodillas y se aseguró de su comodidad mientras los demás dejaban las cosas del hospital y los regalos que le dieron por el lugar bastante ordenado, el suelo de madera limpio, el estante de la ventana y la cocina, fue lo poco que llego a ver.

— ¿Te dejo cerca los cuadernos o...? —cuestiono William incómodo, no era fácil verlos juntos.

— Lejos.— ordeno Distress.— Aún necesitas reposo, luego puedo ayudarte hacerla.

— O yo...— se ofreció Vixen extendiéndole una paleta de las suyas a su amiga.— No nos hemos podido poner al día.— antes de que Circce pudiera tomar la paleta Distress se adelanto.

— Aún no desayuna. — musitó hacia la rizada sin ser brusco, Distress con Boris encima ha perdonado medianamente a Vixen por la fogata de Cuvve cuv.

— No te preocupes por la tarea.— salio hablando Boris.— Le pagaré a un nerd para que te las haga todas y puedas descansar todos estos días.— sonrió como siempre incluso ante la negación de Circce, a lo cual, le llevó la contraria aasintiendo.

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