Capítulo 5:

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En el gran castillo azul, el Rey estaba parado en frente del gran ventanal color marrón que daba vista a su pueblo, su hermoso pueblo que estaba siendo atacado por otro Reino vecino, debía idear un plan sin llegar a la guerra, ya no tenía tanta gente debido a la última guerra y tenía miedo de atacar y pierda así que se a mantenido tranquilo hasta ahora.

Con una copa de vino tinto en su mano derecha listo para tomar el último sorbo y dejar la copa en la mesa, cerro los ojos con fuerza e hizo tronar los huesos de su cuello.

Estaba cansado, no recuerda cuando fue la última vez que durmió bien, sus ojos estaban con unas claras ojeras que lo delataban.

Se sentía triste pero sobre todo se sentía decepcionado.

-Vaya me voy unos días y todo esta hecho un desastre.

El rubio dio media vuelta y enfrentó al hombre de cabello rizado y alto tamaño, que estaba entrando a su despacho, como lo odiaba, ¿cómo se atrevía a volver sin su autorización?.

-¿Qué haces aquí? ¿Porqué no pediste permiso? ¡¿Quién te crees?! -levanto la voz, con una mirada enojada.

-Tranquilo Jimin, no vine aquí a verte, solo pasaba por el castillo pero algo llamó mi atención. ¿Quieres saber que es? -dijo mientras tomaba asiento enfrente de él.

-No tengo tiempo para tus adivinanzas debo cuidar el Reino y a mi familia tu no de...

-Yo también soy tu familia Jimin -interrumpio el hombre con una voz autoritaria, eso lo enfureció más- Y no veo que a mi me cuides o ¿si?.

-Tu no eres parte de esta familia. ¡Ahora largo!

-Tranquilo, como dije no estoy aquí para verte a ti o algo así, vine aquí para ver a _______. -curvo una sonrisa cinica.

-¿Para qué quieres ver a mi hermana? -pregunto Jimin dándose la vuelta de nuevo observando por la ventana.

-Su compromiso, debemos hablar de ello.

Jimin tenso su mandíbula, cerro sus ojos en irá y aguanto un gruñido, odiaba eso, nadie podía obligarla a casarla pero se sentía molesto con que su tío se meta demasiado en estas controversias familiares.

-Debe estar por ahí, mandaré a unos guardias por ella -informo mientras pasaba su mano por su cabello, le dolió el pecho, algo no andaba bien.

-Oh Jimin, Jimin, Jimin, Jimin. ¿Cuánto tiempo crees que estoy aquí? Llevo como 3 horas y no la encuentro en ningún lugar. ¿No que tú cuidas a tu familia?

-Ella es mayor no necesita que yo esté atrás de ella a cada rato -se dio la vuelta mirando de frente al hombre- Dije que enviaré a unos guardias a buscarla, además...

-¿Dónde está? -no respondió y apretó sus puños con fuerza por tal interrupción- ¡Dime en donde está!

-¡No lo se! Como dije debe estar por ahí y ¿quién te crees para alzarme la maldita voz? -gruño con fuerza dejando ver sus ojos dorados en enojo.

El hombre se levantó de la silla y caminó hacia el rubio a un paso lento, Jimin se preparó para un posible ataque, cuando el hombre estuvo a un paso de él y se inclinó hacia su oído para susurrar, Jimin ya estaba listo para actuar, pero las palabras de aquel sujeto lo hicieron detener cualquier movimiento.

-Hace años tu hermana cometió traición -el rubio trago su propia saliva y por un momento se sintió mareado- Y se acordó que si ella salía del castillo la matarán y tu dejarás de ser Rey.

Jimin se puso pálido odiando no recordar lo que sucedió hace algunos años no soportaba estar en esa situación, de nuevo. ¿Dónde se metió su hermana?

-Cuando la encuentre yo la mataré y yo seré yo el próximo Rey.

El hombre dio media vuelta y se retiró del despacho, Jimin apenas y pudo procesar lo que pasó ¿matarían a su hermana? ¡No Jamás! Él prometió que la cuidaría de cualquier forma, no le importaba dejar de ser Rey pero si le importaba su familia. Cuando sintió que su tío ya ni estaba cerca del castillo se fue.

Salió corriendo de aquella habitación, entrando en cada puerta que se le atravesaba con la esperanza de ver a su pequeña hermana en alguna.

No había nada, ni una persona, ni un alma, ni un olor. Se estaba desesperando, su última opción fue ir el patio en donde ella pasaba la mayor parte del tiempo.

Pero tampoco estaba, entonces fue a buscar a esos dos qué siempre pasan con ella, ordenó a guardias a buscarlos pero como a su hermana, no había nada... Entendió entonces lo que su tío re refería.

No había nadie, no encontró nada en ningún lado, se dejó caer de rodillas mientras luchaba por no permitir que su lobo tome el control, golpeó el suelo con fuerza haciendo que en el piso se haga levemente unas grietas y con su voz entrecortada empezó a gritar.

-¡NAMJOON!

Sempiterno [Omegaverse] COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora