7. Todos los gatos son pardos (R-18)

1K 66 50
                                    

Notas preliminares:

¡Hola payaso-lovers!

Hasta que conseguí inspirarme lo suficiente para terminar este capítulo. Hora de aclarar un par de cosas: Inicialmente esta escena iba a ser bastante turbia, con falta de consentimiento y violencia de Arthur a la lectora durante todo el acto (Estamos hablando del Joker, después de todo). Pero luego de una breve y apasionada (para ella) pelea por facebook con un intento de activista feminista que odia a la gente con enfermedades mentales (Sin ir más lejos, trato al nuevo Joker de "enfermo patético". Yo también me considero feminista, pero ufff la gente tiene que arruinar todo lo bueno), lo estuve pensando y me di cuenta que no es necesario darle a este tipo de gente amargada más material para andarnos molestando. Además los fanfics son para fantasear bonito, y no me parece taaan inverosímil que este nuevo Joker pueda ser cariñoso y respetuoso con su Harley (Mas adelante se pondrá más loquito para sus cosas, eso si)

Eso. Ojalá les guste

━━━━━━✧♛✧━━━━━━

- Arthur, ya- Musitaste.

Sabías que él tenía días horrendos. Quizá este era uno de esos días, y todo lo que quería de ti era un abrazo, pero tu instinto te decía que algo no andaba bien. Era como si esa persona frente a ti no fuera Arthur, sino un extraño que hubiera invadido tu apartamento para destrozarte.

El corazón se te agolpó en la garganta cuando sentiste tu retroceso frenado por el sillón de la sala. Al verte acorralada, pensaste que se detendría, pero no fue así: Arthur siguió avanzando hasta pegar su cuerpo contra el tuyo frente a frente. Justo cuando pensabas que te empujaría sobre los cojines, te atrajo hacia sí con ambas manos posadas firmemente tus mejillas y te besó.

Eso sí, no fue como aquella vez después de su cita en el bar. Ahora sólo parecía querer obtener todo lo que podía de ti en el menor tiempo posible, aún si terminaba haciéndote daño.

No resistió ni te esperó: Lo primero que hizo fue apretar con fuerza sus pulgares sobre el punto más débil del espacio entre tus mandíbulas, forzándote a abrirlas, separar tus labios y dejar entrar su lengua sin la menor resistencia.

En parte por lo súbito, en parte por el placer, no supiste cómo reaccionar. A ojos cerrados, suplicando inconscientemente para que no decidiera aflojar su agarre y dejarte caer sobre el sillón, te entregaste por completo, sujetándote con fuerza a su espalda baja con ambas manos.

Esa vez en el bar apenas alcanzaste a probarlo: Fue demasiado breve y retraído, y no sabías decir si sólo de tu parte o de ambos. Pero ahora todo lo que podías sentir era su sabor y su aroma, invadiéndote y haciéndote sujetarte a su cuerpo con necesidad.

Por eso fue una sorpresa cuando dejó de sostener tu cabeza y te empujó de espaldas justo con la fuerza suficiente para dejarte caer sobre el sillón, desorientada y confusa.

Escaló y te torció la espina con brutalidad, utilizando toda la fuerza del brazo que presionaba contra tu espalda baja. Sin embargo, no fue sólo eso: Sus dedos se crisparon contra tu piel al punto de llegar a magullarte las carnes, aún con la buena forma en la que estabas.

Ya no quedaba espacio entre ustedes, ni siquiera para respirar: El leve gemido de dolor que diste al sentirlo agarrarte casi murió en tu garganta, y lo primero que pensaste fue que, por su evidente falta de experiencia, no sabía cómo acariciar. Y eso era perdonable hasta cierto punto.

Podías haber resistido un poco más, sacando un poco más de paciencia de donde no la tenías. Pero entonces, sentiste su mano posarse sobre tus nalgas, justo en la cruz de tus caderas. Presionó sólo la parte baja de la palma hacia ti, forzándote a abrir aún más las piernas, y entonces lo sentiste rozarse contra tu bajo vientre, duro y caliente.

Vecinos [Joker x Lectora]Where stories live. Discover now