Vecinos [Joker x Lectora]

3. Una buena compañera

- Perdona lo alterada que estoy-Suspiraste con hastío mientras tú y Arthur limpiaban el desastre que dejaste en la cocina tras tirar al piso tu taza de té- Mi jefa es una perra y hoy estuvo más difícil de lo normal

- ¿Trataste de buscar otro trabajo?

- Estoy en eso, pero no he encontrado ninguno que pague tan bien como este y me permita trabajar de noche

Luego de terminar de limpiar, ambos regresaron a la sala para continuar esperando que comenzara el show de Murray Franklin. Hoy no había fiesta en tu apartamento, pero habías comenzado a disfrutar tanto el tiempo con Arthur que venías a visitarlo varias veces a la semana.

- Mira esto- Te diste un momento para hurgar en la bolsa de tela que siempre llevabas contigo al trabajo, hasta por fin encontrar lo que buscabas y mostrárselo.

Arthur no pudo evitar sonrojarse al ver lo que sacaste de tu bolsa: Un sensual corsé de cuerina, mitad rojo y mitad negro.

- Mi jefa quiere que lo use cuando estoy atendiendo el bar, para atraer clientes

- Oh...Eso es terrible-Musitó él- ¿Y qué le dijiste?

- Que no, que no me atrevía, pero ella insistió en dejármelo

- Podrías venderlo- Sugirió Arthur con una sonrisa.

- No quiero, pero tampoco quiero usarlo- Resoplaste, cabizbaja- Ya me molestan mucho cuando trabajo. Estoy segura de que vestirme así lo empeoraría

- Es lindo- Dijo, palpando lentamente la textura de la prenda- Me recuerda a un arlequín

- En realidad lo es -Le sonreíste, guardándolo de regreso en tu bolsa - Lo voy a conservar. De todas formas, sé que ella va a matarme si me lo pide de regreso y no lo tengo

Un momento después, recordando todo lo que habías tenido que soportar a lo largo del día, te encorvaste sobre tu regazo y ocultaste tu rostro entre las manos.

- Estoy harta de esa arpía-Suspiraste, afligida- Apostaría a que sólo sigue viva porque el homicidio es ilegal

Tu comentario le hizo muchísima gracia a tu vecino, y logró sacarle una risa sincera y cristalina, totalmente distinta a la que solía acometerlo durante sus arrebatos usuales.

- Arthur, no era broma- Alzaste la cabeza y lo miraste con una seriedad mortal.

Permanecieron contemplándose unos segundos, con Arthur dedicándote una expresión aparentemente confusa. De pronto, ambos estallaron en carcajadas al mismo tiempo.

- Déjame guardar eso para mi rutina- Dijo cuando por fin pudo dejar de reír, sacando esa pequeña libreta que siempre traía consigo.

- El humor negro siempre vende- Le contestaste con un gesto de aprobación.

Sentada junto a él, sin un centímetro de espacio entre ustedes, lo tomaste de la muñeca y la apartaste del costado de su cuerpo para apoyarte cómodamente contra su pecho. Ya casi por costumbre, Arthur rodeó tus hombros con su brazo y te arrimó más hacia sí, envolviéndote en un cálido abrazo

- ¿Cómo va todo en la escuela? - Te preguntó, descansando cuidadosamente su mentón sobre tu cabeza.

- No muy bien. Reservar una vacante para especializarse en psiquiatría está casi imposible- Te lamentaste, acomodándote mejor contra su cuerpo- Todos los puestos se los dan a los hijos de los doctores famosos

- Tarde o temprano se fijarán en ti-Te consoló - Eres muy trabajadora

- Cuando lo consiga, voy a atenderte. Y vas a estar mucho mejor- Le susurraste.

- Gracias, pero no es necesario. No creo que llegue a estar mejor- Agregó, con un innegable matiz de tristeza en su voz.

- Todos los doctores viejos son unos imbéciles arrogantes- El sueño ya había comenzado a vencerte desde hacía un rato, y tuviste que esforzarte un poco más de lo normal en terminar tu idea -Estoy...segura de que...ninguno te ha revisado bien

Él no encontró las palabras para responderte, y sólo se dedicó a acariciarte ausentemente mientras le dedicaba casi toda su atención al inicio del show.

━━━━━━✧♛✧━━━━━━

Creo que todos sabemos hacia donde va el destino de la lectora. Probablemente empieza con "H" y termina con "...arley Quinn".

Tengan paciencia. Estos capítulos con algo lentos, pero ya viene la rumba.