5. Vivan los payasos

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Notas preliminares:

Para el look de la lectora en este capítulo, imagínenselo como la imagen que puse de aquí ^

Si quieren imagínense a la lectora con la apariencia de Pamela Des Barres (Aunque en realidad la idea es que se la imaginen como ustedes mismas). Estoy segura de que cualquiera quisiera ser tan bella como ella y tener esa sonrisa matadora. Justo estaba buscando fotos de sus sesiones de modelaje y en una sale con maquillaje de payasita. Quizá la suba a futuro.

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- Hola, disculpe

El hombre sentado al escritorio de la decrépita oficina alzó la vista hacia ti, notoriamente fastidiado ante esa irrupción en sus labores de papeleo. Eso fue, por supuesto, hasta que te hubo dado un fugaz vistazo de pies a cabeza. Entonces su expresión adusta cambió a una totalmente empalagosa, que te incomodó a un grado imposible de disimular.

- ¿Qué necesitas, lindura?- Preguntó, apoyando los codos sobre su escritorio para alcanzar a sobar su mentón.

En ese momento, recordaste por qué te incomodaba tanto andar por ahí maquillada y usando los vestidos de satín y encaje que tu madre cosía ella misma y te enviaba por correspondencia: Cada mirada atónita y silbido por la calle te pesaba como una tonelada de plomo.

- Vengo a buscar a Arthur. Quería saber si ya volvió- Le dijiste en el tono más estoico que pudiste lograr, suplicando mentalmente para que no decidiera levantarse y acercarse a ti.

- Ah, ese chico. Esta allá, cambiándose- Contestó, señalando el estrecho corredor al final del cual se encontraba el camarín de los empleados- Pero debe faltarle un rato. ¿Por qué no esperas aquí?

- No es necesario, lo esperaré afuera- Dijiste, torciendo tu postura para acercarte aún más a la puerta.

- Aquí puedes relajarte. Tengo tabaco y whisky- Señaló esa pequeña alacena justo en lo más bajo del estante donde estaban todas las carpetas y documentos- Debe haber sido un día pesado para usted, señorita

- No, gracias por avisarme. Ya me voy- Musitaste casi en una sola sílaba, saliendo de la oficina como si te llevara el viento.

Fue tal tu apuro por alejarse de ese hombre que avanzaste demasiado rápido por el pasillo hacia los camarines, y luego de voltear la vista sólo un segundo mientras seguías caminando, te encontraste de súbito en medio del camarín de empleados.

- ¡Oiga! Deténgase señorita- Sentiste un leve tirón en la manga de tu vestido, y al bajar la vista para ver quién te hablaba, te topaste con un tipo extremadamente bajo, un enano, todavía con su maquillaje y nariz de payaso- Aquí no se puede entrar así como así

- Yo...lo siento. Estaba buscando a Arthur

- Aquí estoy- Escuchaste su voz cerca de uno de los últimos casilleros, haciéndote fijar tu vista en él.

- Mejor te espero afuera. Lo siento- Musitaste saliendo de la habitación a toda prisa, muerta de vergüenza.

- ¡Hey, miren a Arty! Anda triunfando por la vida- Exclamó con sorna un tipo enorme y calvo, haciéndote sonrojarte todavía más en tu camino hacia la puerta-Y yo que pensaba que te gustaban los hombres o algo así

El tiempo que tuviste que esperar afuera se te hizo eterno, pero después de unos pocos minutos apareció Arthur, ya completamente desmaquillado y con su ropa de calle.

- ¿Vamos?- Te preguntó, ofreciéndote su brazo.

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Vecinos [Joker x Lectora]Where stories live. Discover now