Narrador.
Carlos decidió que era mejor tomar las fotos con su celular, llevar una cámara por ahi era demasiado sospechoso. Se sentía un detective y no le agradaba la idea de ir violando la privacidad de los otros, pero no tenia opción. Había quedado con Polo para verde al proximo día. Saldrían a correr y luego a coger algo para comer.Al dia siguiente, todos fueron al colegio, menos Samuel. A Carla le llamo la atención ya que el no habia mencionado nada acerca de no asistir a clases. Le mando un mensaje y no contestaba. Espero un rato y comenzo a desesperarse, no podia concentrarse mientras el profesor dictaba la clase. Despues de todo estaba muy paranoica. Cuando tocaron la campana para ir a almorzar, Carla llamo a Albert y le pidio que la buscara, iria a buscar a Samuel.
Albert llego despues de unos quince minutos que a Carla se le hicieron eternos.
—Albert, a lo de Samuel porfavor.— dijo Carla.
—Señorita, se encuentra usted bien? Parece nerviosa.— pregunto Albert.
—Ee.. si, si estoy bien. Mi padre estaba en casa?— pregunto Carla, ya estaba comenzando a pensar que quizas su padre tenia algo que ver con esto.
—No, salio temprano a trabajar. Como siempre.— dijo Albert extrañado.
Cuando llegaron a la casa de Samuel, Carla se abrio la puerta para bajarse antes de que Albert tuviera tiempo de hacerlo.
—Señorita, la esperaré aquí. Cualquier cosa me llama.— dijo Albert que estaba preocupado.
—Gracias.— dijo Carla conmovida.
Subio las escaleras y llego a la puerta del apartamento de Samuel. Toco dos veces pero nadie contestaba. Probo para ver si estaba abierto, y para su suerte lo estaba. Cuando ingreso pudo ver a Samuel tirado en el sillon. La mesa estaba llena de vendas con sangre, había alcohol y la ropa ensangrentada en el piso. A Carla en ese instante se le llenaron los ojos de lagrimas.
—Samuel, mi amor que pasoo?!!— pregunto Carla.Carlos y Polo se escaparon de clases un poco antes para ir a correr. Carlos estaba entrenado como pars correr kilómetros, le gustaba el deporte. Pero Polo apenas podia correr dos cuadras sin agitarse asi que fueron a dar vueltas por la plaza que quedaba cerca de Las Encinas. Corrieron un poco mas de media hora. Y al finalizar compraron agua y se sentaron en lo bancos que habia alli.
—Me has sorprendido tio, has aguantado mas de lo que crei que podrias.— dijo Carlos.
—Me he sorprendido a mi mismo. He descubierto que me gusta correr, se siente bien. Te desconectas con tus propios pensamientos y solo corres.— dijo Polo.
—Si, esa es la mejor parte. Olvidarse de todo.— dijo Carlos.
—Y vaya que lo necesito..— dijo Polo susurrando, pensando que lo habia dicho solo en su cabeza, pero Carlos lo escucho.
—Mira tio, yo no estuve cuando paso todo lo que paso, pero puedes contar conmigo. Yo no doy un enemigo.— dijo Carlos tratando de ganarse su confianza.
—Lo se hombre, me lo has demostrado. Es solo que estoy harto. Todos me odian, me miran, hablan de mi. Yo solo quiero volver a mi vida de antes, estar con Carla..— dijo Polo.
—Con Carla? Pero tu no amas a Cayetana?— dijo Carlos desentendido.
—Si tio, pero es distinto. Cayetana me acompaña, es buena chica, pero jamas me hara sentir lo que Carla si. Estuvimos juntos toda una vida, eso no se puede olvidar y tirar por la borda porque si.— dijo Polo.
—Y Carla que opina al respecto? Ultimamente la veo mucho con Samuel.— dijo Carlos, sabia que eso provocaria a Polo.
—Ese camarero. Me robo a mi chica. — dijo Polo enojado.
—Pero quizas sean solo amigos.— dijo Carlos.
—No. Conozco demasiado bien a Carla, estoy segura de que se lo sigue follando aun que ella diga que no. Puedo ver, como se miran, esas sonrisas complices. Puedo imaginarme como el la toca, la besa, la penetra. — Polo parecia desencajado, ya no corria cuenta de que estaba hablando con Carlos, y estaba comenzando a soltarse— Pero el camarero ya recibio su mensaje, ahora aprendera a no meterse donde no lo llaman.— dijo Polo.
—Que mensaje? De que estas hablando?— dijo Carlos preocupado.
—De esto.— dijo Polo y le mostro su celular, era una foto de Samuel tirado en el piso lastimado.
—Joder tio. Tu has hecho eso?— dijo Carlos.
—No, yo no me mancho las manos de sangre. Alguien mas se ocupo de hacerlo por mi.— dijo Polo malevolo.
—Sabes que podrias haberlo matado no?— dijo Carlos.
— Y no sabes cuantonme encantaria.— dijo Polo. Luego cayo en cuenta de que estaba hablando mucho mas de lo que debia y se fue para su casa antes de cagarla.

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Mundos opuestos
RandomPodrán Samuel y Carla superar todo lo que los rodea y estar juntos? Ser un adolescente en Las Encinas, no es nada fácil. El poder y la ambición sobrepasa todo y a todos. Terminada!