Un bosque de escasa densidad, de una calidez acogedora y bellas flores por doquier rodeaba la pequeña ciudad nombrada Aeneas, en una época tan remota que no hay conocimiento de ella en la actualidad; ahí vivía Jotaro Kujo, un misterioso sujeto que vivía pacífica y solitariamente en las partes bajas de la montaña, cerca de las hermosas costas de Creta, una isla perteneciente a Grecia, la tierra de las deidades y los héroes.
La paz arropaba a Creta y los colores abundaban en tan bello lugar; la naturaleza era extensa y majestuosa con su contraste entre las planicies de matorrales y las montañas, y las cristalinas playas de arena junto con los leves bosques mediterráneos daban un aura mágica que siempre lograba capturar a Jotaro.
Éste último se encontraba reposando en el césped de su jardín mientras tocaba con su lira, cantando suavemente con su gruesa voz una tradicional y vieja canción que su madre le había enseñado, el himno a Némesis. Sentía el viento chocar gentilmente en su cara mientras tocaba las cuerdas del instrumento con mucha concentración.
A penas terminó de tocar luego de unos minutos, dejó el instrumento a sus pies y quedó pensativo. Lo que sentía lo estaba carcomiendo, cada día se sentía más frío, más desolado.
«Estoy solo»
Creció con la idea de que no debía expresarse, que aquello era débil, y que terminaría siendo herido. Encerrado en sí mismo continuó, y poco a poco comenzó a pensar que el sentir sería una perdida de tiempo; ignoró sus sentimientos y se alejó del afecto de los demás.
«Qué hermosos son sus ojos»
Llegó a pensar inconscientemente en su juventud al ver a su compañero, para luego reprimirse y olvidar a la fuerza aquellas palabras. No hubieron más pensamientos como éste después, terminó convirtiéndose en una cáscara vacía, o al menos eso pensaba, pues muy en el fondo todavía quedaba algo que sentir.
Luego de tantos años actuando tosco y reservándose, aquella máscara que solía llevar se agrietó; algo estaba mal, algo le dolía en su interior, ¿qué era? ¿Su corazón? Eso parecía ser, y de algo estaba muy seguro: Algo estaba ausente, y el inmenso agujero que se abría cada vez más en su pecho se lo advertía.
Algunas leves lágrimas se escaparon de sus ojos, sabiendo muy bien qué necesitaba para acallar la sensación; afecto. Pensaba que podría volver con su familia —a la cual extrañaba ya bastante—, quizás ellos podrían aliviar aquella necesidad, pero no podrían darle lo que su corazón específicamente exigía.
En su vida había un claro vacío que sabía que sólo alguien podría llenar con ese sentimiento que todos aclamaban ser maravilloso, mas ese alguien era inexistente, y no estaba seguro si encontraría a esa persona capaz de darle el tan necesitado afecto. ¿Cómo encontraría a alguien si era un sujeto reservado? Sólo tenía a su amigo de cabellos plateados, pero no sentía nada por él y le era extraño siquiera pensar en aquella posibilidad; jamás se sintió muy atraído por las féminas, por lo que era otra opción fácilmente descartable.
Ese amargo sentimiento no dejaba de nublar su vida, atormentándolo sin saber cómo acallarlo. Se mortificaba sin razón, pues el pobre hombre no tenía idea de la persona que haría presencia en su vida, capturándolo y encargándose de llenar ese espacio que tanto afecto exigía.
Procedió a ingresar a su casa bastante pensativo y limpiando las pocas lágrimas con su mano, notando una gran peculiaridad: su arco estaba posado en la encimera de piedra de su cocina, el mismo que se suponía debía estar junto con su carcaj en la pequeña habitación de almacén. Con una extraña sensación haciendo presencia, una muy diferente a su vacío, lo tomó y lo puso en su designado lugar para luego continuar con su miserable día.
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Hola, esta es mi primera historia, y en general, mi primera vez intentando escribir algo de calidad, por lo que habrá errores. Adoro este ship a pesar de ciertos problemas que tiene, y debido a la reducida cantidad de Fanfics JotaJosu, me decidí a escribir mi propia historia.
También, no soy historiador y tampoco he vivido en Grecia, habrán cosas que quizás no queden acorde a la realidad, pero finjamos que no pasa nada, de todos modos es una historia enfocada en un ser místico (?) y todo es fantasía.
Algunas aclaraciones (muy importante):
• Muchas personas creen que la homosexualidad era algo común en la Antigua Grecia, y aunque podría decirse que sí, no se trataba del amor homosexual, si no de la pederastia (eran relaciones entre hombres mayores, en su mayoría de 30-50 años, y chicos adolescentes. Las relaciones entre hombres mayores no eran bien vistas, y ser un hombre mayor "pasivo" era visto como una perversión). En mi historia esto no será así por obvias razones; está basada más en la idea de una Antigua Grecia de fantasía y paradisíaca, en donde esta pederastia no existía, y el amor entre hombres mayores era apoyado y bien visto. Recuerden esto, pues no quiero desinformar a las personas sobre este tema.
• Josuke tiene 19 años, Jotaro tiene 28.
• Sus personalidades no se apegan totalmente a las originales, menos la de Jotaro que se muestra en ocasiones seria, pero es mucho más emocional e impulsivo.
• Habrán menciones o incluso partes de capítulos enfocados en otras parejas, pero será muy poco, el ship principal es JotaJosu.
• La ciudad Aeneas es un invento, no tiene que ver con la realidad.
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『 Il Giovane con le ℭorna 』 🌒 (JotaJosu)
FanfictionEn un día de cacería por los bosques mediterráneos de Creta, la isla natal de muchas deidades, Jotaro tiene un inesperado y casi místico encuentro con un misterioso adonis que jamás había visto antes. ¿Qué era él? ¿De dónde provenía? • Jotaro Kujo x...