Capítulo 14

26 0 0
                                    

Natali

"Resulta que me encuentro en medio de un parque, es grande y tiene muchas flores. A lo lejos puedo ver uno de esos arboles del que sus hojas verdes y delgadas llegan hasta rozar el suelo. Camino hasta allí. Todo es muy hermoso, me pongo bajo el arbol y toco las hojas que parecen cortinas. Este parque es muy bello, pero a la vez solitario, no veo a nadie cerca.

Comienzo a caminar hasta que veo una sombra en frente. Hay alguien ahí. Apresuro mas el paso para alcanzarlo, pero cuanto mas cerca estoy de esa persona, algo dentro de mí aumenta más, algo me dice que salga corriendo y me aleje, pero lo que estalla en mi interior tiene mas intensidad. Doy un par de pasos mas y ya estoy detras de él. Era un hombre de traje.
- ¿Cual es tu decidión? - dice él.
- ¿Que? -entonces él se gira y yo me queda estupefacta. - ¿padre?
- ¿Cual es tu decisión? - vuelve a preguntar.
-No se a que te refieres. - él me mira sin una expresión en el rostro. Despues de unos segundos desvía la mirada hacia mi mano. Hago lo mismo. - ¿Y esto? - tenía un arma en la mano.
- Que decides. - vuelve a decir.
- Decido..... ser alguien distinta. Ya tome mi decision padre, y no vas a convencerme. Opté por la venganza, por mi madre y por ti. Y ya no puedo rectificarme.
- ¿Venganza? Porque hacerlo. Eso no nos devolvera a la vida Nat. Hagas lo que hagas, nada nos devolvera.
- Pero pagarán por lo que hicieron. Soy una Palmieri, y no me echare para atras con esto. Un Palmieri cumple sus promesas.
- Un Palmieri.... - dice con una sonrisa medio burlona.
- No cambiare de parecer papá. Prometí que los vengaría, y lo haré.
- Te escuchas muy decidida Natali. Entonces adelante con tu decision.Pero recuerda que en ese mundo, todo es oscuridad. No podrás echarte para atras. Y un dia tu muerte sera el final de todo.- él frunce el ceño. - Tu papá estárá muy decepcionado Nat. No quería esto para ti.
- Pero tú ya no estás para evitar lo inevitable papá.
- Natali. Todo trae consecuencias querida. - empieza a alejarse. - Un día nos volveremos a ver Natali.
- ¿Papá? ¡Papá! "

-Natali despierta. - dice alguien a mi lado, me despierto bastante alterada. - Natali ¿estás bien? - me dice Marco.
- Si. - alcanzo a decir. Veo a mi alrededor. <<Aun estamos en el avión >>
- ¿Una pesadilla?
- Algo así, pero fue muy inquietante.
- Mencionaste a tu padre. ¿Acaso lo viste en tus sueños?
- Si, lo vi. Me dijo que estaba decepcionado por mi decision.
- Solo fue un sueño, calmate.
- ¿Cuanto falta Marco?
- Aun nos quedan unas horas más de vuelo.
- Bien.
- ¿Segura que estas bien?
- No te preocupes Marco. - digo. Él no dice más.
Ya faltaba unas dos horas para llegar a Milán. No podía concentrarme en nada, seguía pensando en ese sueño, algo no encajaba ahi, sentía que mi padre queria decir algo más. ¿Pero qué era?  Algo me tenía inquieta, no dejaba de meditar en sus palabras, pero no encontraba nada.

Las horas se pasaron muy rápidas. De pronto ya estábamos aterrizando. Salimos del aeropuerto y un Bugatti negro estaba esperandonos.
- Señor, todos están esperando.
- Gracias Silvio. - responde Marco. Luego se dirige a mi. - Adelante Natali.
- Algo no me cuadra. - digo de pronto.
- ¿Y que es? - pregunta Marco.
- Se supone que eres alguien importante aqui, ¿porque no hay guardaespaldas esperándote aqui?
- ¿Insinuas que no puedo protegerme solo?
- No es eso, tan solo que es lo..... lógico.
- Que tú no los veas hace que su trabajo sea efectivo ¿no crees?
- ¿Están aqui?
- Si, tu ya lo dijiste. Soy alguien importante Natali, pero debo mantenerme en las sombras para que nadie descubra algo que no queremos.
- Entiendo.
- Ahora sube. - dice él. Hago lo que me dice.
- Silvio, llevanos a la mansion. - dice Marco.
- A la orden señor. - el auto arranca y yo no puedo evitar ver el paisaje.

<<Italia>>

Un dia me imagine llegando a este país como turista, junto a Karen. Me imagine siendo solo la amiga que ella necesitaba, la amiga que ella merecía. Pero ahora habia dejado de serlo.
<<Ahora tendrá alguien que la proteja.
>> dice mi subconsciente. Pero algo dentro de mi me dice que ya nada sera igual. Todo cambiara radicalmente y ya no hay vuelta atras.

Pasa un buen rato despues hasta que al fin llegamos a la mansion Palmieri. El exterior es simplemente asombroso. Dos puertas grandes se abren para que el auto pase, despues de esto se cierran automáticamente. Al ingresar me doy cuenta que aun queda algo de recorrido con el auto. A ambos lados se observa un jardín muy bien cuidado, con arbustos con formas divertidas. También veo un estanque que esta en el centro de todo ese jardin. Hay arboles y muchas flores. El auto se estaciona en la entrada a la casa. Marco y yo bajamos. Steve nos habia seguido en otro auto.
- Bueno, bienvenida Natali. - dice Marco con una leve sonrisa. - sube los escalones que van a la puerta de ingreso. Saca una llave de su bolsillo y lo introduce en la cerradura. La puerta se abre y ambos ingresamos. Una vez dentro me quedo muy asombrada. La decoración es de muy buen gusto. Las paredes son blancas, el piso es de marmol blanco. Veo una escalera que conduce al segundo piso. Esta mansion no se compara con la que habia en Los Angeles. Esta sin duda es mucho mas grande y mas bella que la otra.
En ese instante escucho aclararse la garganta a alguien.
- ¿Disfrutando la vista? - Marco.
- Esto es completamente distinto.
- Ya tendrás tiempo para ver el resto de la mansion, ahora solo sigueme.

Lo sigo como me dijo. Llegamos a detenernos frente a una puerta. Marco la abre a la par. Varias personas están dentro y se quedan mirandome. La mayoría son mujeres. Hay un hombre de cabello blanco pero vestido con traje sentado en el escritorio, examina cada uno de mis movimientos. Marco saluda a todos, y se acerca al hombre canoso.
- Abuelo, ella es Natali. Vino para su entrenamiento.
- Mucho gusto a todos. - digo con un nudo en la garganta.
-¡Querida! - una mujer de unos ojos azules se acerca y me abraza. - Como ha pasado el tiempo, ya eres toda una mujer.
- Gracias, pero me apena no reconocerla.
- Soy Guisell, tu tia. Madre de Marco,  Alexxander y Vanessa.
- Vaya es un gusto conocerla Guisell.
- Llámame tia o como quieras pero no me trates de usted.
-De acuerdo. - sonrio.
- Nat como has crecido querida. - una mujer mayor se acerca y deduzco que es la abuela. - soy tu abuela, supongo que no me recordaras, pues eras muy pequeña cuando te fuiste de aqui con mi hijo y su esposa. - ella me abraza. - Oh querida, mi pequeña niñita. - dice acomodando un mechón de cabello detrás de mi oreja.
- Abuela, ella es.... - dice una chica de mas o menos de mi edad.
- Si ella es Natali. - dice la abuela. - Vanessa, es tu prima. - me dice entonces.
- Natali, mucho gusto. La abuela me dijo que tenia una prima, no sabes lo feliz que me hizo saberlo. - dice ella acercándose.
- Vanessa, en realidad es un gusto conocerte. - digo. Esta chica es muy bonita, tiene tez blanca, cabello castaño claro y ojos miel. Tiene un cuerpo esbelto. Ella parece ser alguien muy buena, es alegre y tiene un aura de confianza.
- Hola,  soy Sasha. - dice una mujer desde la esquina de la instancia. No se acerca ni nada, solo habla desde alli. Algo en ella me da desconfianza. - Soy esposa de Carlo, que es el hermano de Mateo.
- Mucho gusto....  - estuve a punto de decirle "tia", pero su mirada me advertia que no lo hiciera.
- Y ella es Carol - dice Guisell mirando a una de las chicas que están ahi. La muchacha es alta, con cara bonita y rasgos finos. Tiene cabello rubio platinado, ojos de color verde opaco. Pero es delgada, demasiado diria yo.
- Caroline para ti. - me dice la chica que esta al lado de Sasha. Unos segundos despues mira a esta ultima. - ¿Podemos irnos ya mamá? Solo estoy perdiendo el tiempo aqui. - dice mirandome.
- Podemos marcharnos, - dice Sasha, le ve al abuelo y su expresion cambia, claramente se ve la autoridad que tiene el abuelo. - ¿verdad? - pregunta.
- Pueden irse. - dice el abuelo. - En realidad todos vayanse, solo quiero a Natali y Vanessa aqui.
Todos sin decir nada en contra salen del despacho. Quedamos solo los 3. Se bien porque el abuelo quiso que me quedara, pero ¿Y Vanessa?
- Se que debes estar muy cansada por el viaje Natali, pero no podemos perder tiempo. - dice el abuelo. - Bien ustedes dos han tomado una decision, y ya no hay marcha atras. Por eso están aqui. Llevaran a cabo su entrenamiento dentro de una semana. No quiero escuchar que despues estén arrepintiendose de esto. No hay lugar para el arrepentimiento aqui. - dice él. - Asi que les preguntare una vez mas, ¿estan seguras de esto? - Vanessa me mira y yo a ella.
- Por supuesto. - digo.
- Sin lugar a dudas abuelo. - dice Vanessa.
- Bien entonces, es todo lo que tengo que decir. Pueden retirarse. Ah, y Natali, es grato para mí poder volver a verte. Bienvenida.
- Gracias.... - estaba debatiendome si decirle "abuelo" o no, Vanessa me da un leve codeo, dandome a entender que debo hacerlo. - abuelo.

Vanessa y yo salimos de ahi y ella me abraza.
- Crei que solo yo recibiria el entrenamiento. Pero ahora estas tu, estaremos juntas. - dice ella.
- Lo se Vanessa, sera agradable entrenar contigo.
- No seré la única que caiga en los entrenamientos. - ambas reímos. - Ah, y llámame Vane, o Van, o como quieras. Tienes la autorización para hacerlo.
- Gracias Vane. - digo.

<<Creo que puedo confiar en esta chica, pero algo me dice que me vaya con cuidado. Pues no todos muestran lo que hay dentro de ellas. Vanessa me parece que tiene algo que.... marco su pasado. Podría estar 100% segura que su principal motivo para hacer esto es venganza.>>

AtrapadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora