Vanessa
Natali y yo buscamos una forma de abrir la entrada a ese túnel, pero no conseguimos nada. El tiempo corría, pronto teníamos que empezar a entrenar, Marco vendría a buscarnos y la que se nos armaría si descubren lo que hemos estado haciendo.
- Debe haber una forma. - digo.
- Lo se, solo que estamos obviando algo. Pero no se que es. - dice ella.
- Bueno, tenemos.... - veo mi reloj. - siete minutos para estar en la mansión y esperar como buenas aprendices.
- Salgamos de aqui, no vaya a ser que nos descubran en este lugar.
- Volveremos ¿verdad? - pregunto mientras salíamos.
- Lo haremos. - asegura Nat.Ambas salimos de aquel lugar, y comenzamos a correr en dirección a la mansión. Al llegar no vemos a nadie, no se escuchaba ni un solo sonido.
- Que extraño. - dice Natali.
- Ya lo creo, - entonces escucho algo. - silencio. - susurro. Natali también se pone a escuchar atentamente.
- Escuché algo, unos pasos, se están acercando.
-¿No crees que exageramos? - pregunto.
- Quizás, pero si se trata de una prueba para nuestro entrenamiento, no podemos fallar.Natali tenía razón, podría ser una prueba.
- Detrás de la columna. - digo. Natali se esconde donde le dije, yo hago lo mismo. Ella coge lo que esta a su mano y es un amasador, yo a la vez cojo una sarten. Sea quien sea, al pasar por el umbral que divide a la sala y la cocina, tendría que enfrentarse a nosotras. Que aunque no estemos completamente preparadas, podemos defendernos, aunque sea con un sartén y amasador.
- "No lo sé Marco... no creo que estén listas... " - se escucha la voz de un chico. Veo que Natali frunce el ceño. - " Veré si vale la pena, sino... sera mejor que busques a alguien más..." - al parecer estaba hablando por teléfono.
Digamos que su comentario no nos agrado a ninguna de las dos. Natali de veía enfadada.
<<Qué mal por él... Pero tenía que meterse con el orgullo de "estas" Palmieri. >>
Cuando puso el primer pie bajo el umbral.... se desató nuestra furia. Yo le di en la pierna, haciendo que caiga de rodillas. Nat le dio en el hombro derecho. Luego le di una patada en la espalda y mi prima le dio un rodillazo en la cara.
Si lo sé... Nos pasamos demasiado, no teníamos que haber sido tan rudas...
El tipo cayó al suelo, Natali y yo nos vimos, lo impresionante era que en sus ojos no veía remordimiento por lo que acababamos de hacer. ¿Y yo? tampoco lo sentía. Ambas lo vimos, y un ápice de preocupación pasó por mi mente.
- No está muerto. - dice Natali.
- ¿Ahora te parece que no estamos listas? - pregunto sabiendo que no responderá. De pronto escuchamos aplausos, ambas nos giramos y vemos a un chico acercarse a nosotras con una sonrisa.
- Sorprendente. - dice divertido.
- ¿Quien eres? - pregunto.
-¿James? ¿Qué estás haciendo aqui? - pregunta Natali.
- Yo soy quien va a entrenarlas. ¿Acaso lo olvidaste? Mateo lo mencionó, en los Angeles. - él se acerca a quien golpeamos, estaba muy estaba. Revisa su pulso, se pone de pie y luego nos ve.
- Lo recuerdo, pero... dijo que tenías trabajos pendientes. Por eso me sorprende que estés aquí. - dice Natali. - Que sucedió, ¿encontraron al barman? saben quien es.
- Lo encontramos... - dice el tal James.
- Pero... - digo yo, aunque no se de que exactamente se trata este asunto.
- Estaba muerto. - responde él.
- Por tu cara puedo decir que algo se salio de las manos. - dice Nat.
- En un campo abandonado, a 3 kilómetros del bar donde desapareció. Lo mataron, tenia una herida de puñal en el corazón.
- Huellas... - digo. - ¿encontraron huellas?
- No.
-Es extraño. Era como sí... quisieran que callara algo. - Natali se queda pensando. - Quizás... sabia algo más...
- Si algo me queda claro, es que quien lo haya matado, sabe de ti y Alexxander. - dice James.
- Bueno, al menos por ahora no será una preocupación. - dice Natali.
- Ahora lo que me interesa saber, es como explicaran esto a Marco. - dice viendo al que está en el suelo.
- ¿Marco? - pregunto.
- Si tú no eras el que hablaba, entonces... - Natali y yo giramos su cuerpo para ver su rostro, ya que durante la golpiza no lo hicimos. - ¿Steve? - dice Natali.
- Pero... - comienzo a decir. - escuchamos qud hablaba de...
- ¿Creyeron que hablaba de ustedes? - James sonríe. - Hay una carga importante que debemos recibir.... A eso se referia Steve. Nos dijeron que en dos semana estarían listas, pero se cumplió el tiempo y al parecer no acabaron.
- Pero nosotras... - comienza a decir mi prima.
-Creíamos que era el entrenador....- continuo yo.
- No podrían haber hecho lo mismo conmigo. - dice James. - Bueno, ya que Steve por el momento no esta disponible, le dare las indicaciones para mañana a Mike.
- ¿A que hora comenzamos? - pregunta Natali.
- Hoy no harán nada, excepto empacar lo necesario.
-¿Empacar? - digo confundida.
- Asi es empacar.
-Como para que..., ¿Acaso nos vamos de aqui o que? - dice Natali con una sonrisa, pero al ver el rostro serio de James, me parece que ha dado en el clavo. - ¿A donde iremos James?
- A su entrenamiento, porsupuesto.
- No estoy comprendiendo del todo. - digo.
- Su entrenamiento se llevará acabo en el centro de reclutamiento. Ahi permanecerán hasta que completen su entrenamiento.
- ¿No nos entrenaras solo a las dos? - pregunta Natali.
- ¿Porque lo haría? Ustedes son quienes tomaron esta decisión, ahora acataran lo que implica. No son las únicas que quieren hacer esto.
- Bien, iremos. Mañana ¿verdad? Pero dime, ¿cuando volveremos aquí? - digo.
- En dos meses.
- ¡¿Que?! - exclamo.
- Es demasiado. - dice Natali. - ¿ no podríamos volver cada fin de semana o quizás cada 15 días?, porque dos meses es demasiado James.
- Debieron habernos avisado con tiempo. Esto es.... - comienzo a decir.
- ¿Absurdo? - pregunta él. - Cuando te encarguen una misión, no te avisarán con tiempo, debes estar preparada para todo en cualquier momento. No siempre van avisarte con un día o puede que ni con horas de anticipación, tengan eso en mente. - se gira y comienza a caminar. - Las veré mañana. - dicho esto se marcha.Alexxander
- Y James... ¿Donde esta James? - pregunto.
- No se encuentra aqui. - responde Rafael. - Mateo lo mandó a Italia.
- ¿Italia? ¿Sabes para que?
- Mencionó nuevos reclutas. - responde Rafael.
- ¿Nuevos reclutas?
- Asi es, además... Leonardo Colligan volverá a Italia.
- ¿Leonardo? Me sorprende que vuelva. - digo.En ese instante suena mi móvil. Un mensaje.
"Alexxander al despacho."Me dirijo hacia ahi. Veo a mi padre leyendo un libro "Código Da Vinci". Cuando ingreso levanta la mirada y cierra el libro.
- ¿Para que querías que viniera, papá?
- Necesito que te encargues de investigar el paradero de Peter Jones.
- James debería hacerlo.
- Está en otro asunto.
- Si ya lo sé, Rafael dijo algo al respecto.
- Puedes retirarte.
- Quiero viajar a Italia.
- Para que quedrías hacer eso, Alexxander.
- Necesito hablar personalmente con Vanessa.
- No puedes hablar con ella.
- ¿Y por qué?
- No está en la mansión.
- ¿Y entonces donde está?
- En su entrenamiento. - entonces comprendo todo el asunto.
-Dime que James no será quien la entrene.... - su silencio me lo confirma. - Pero, tú sabes que él...
- Es el mejor en esto. Además tú más que nadie conoce la fama de los hermanos Colligan.
- ¿Hermanos? ¿Leonardo tambien? Papá sabes que esto es demasiado.
- No Alexxander, así que no cuestiones mis ordenes. Retírate.
- Sabes que esto puede ser demasiado para ella.
- Ni se te ocurra salir del país Alexxander, te estaré vigilando.Salgo del despacho dando un portazo.
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Atrapada
Teen Fiction¿Será cierto eso de que el amor lo puede todo? ¿Será el amor suficiente para huir de un destino que te impusieron? Y lo más importante... ¿Será el amor más fuerte que la sed de venganza?