Mierdosa

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Dylan

Había quedado con N en un rato. Estaba preparando algo en la cocina cuando llamaron a la puerta.

-Hola, N.- abro la puerta, pero no es N la que está ahí.

-Hola, Dylan.- Nina está frente a mí.

-¿Qué haces aquí?- mi barbilla roza el suelo. Es tan irreal que ella esté aquí.

-Una amiga me dijo que viniera. ¿Me vas a dejar pasar? Hace frío.-

-Claro.- ella entra y se quita su chaqueta de marca.

-Bonita casa.- señala.

-Gracias.- todo se siente incómodo. -¿Quieres chocolate caliente? Estoy preparando unas galletas también.-

-Claro.- ella anda por delante de mí, con aires vacilones, como si la casa fuera suya.

-Siéntete como en casa.- añado, y ella se ríe.

Su risa inunda mis oídos como la de N.

Dylan, no es momento de pensar en N. Tienes al objetivo delante, soldado.

-¿Eres amiga de N?- le pregunto mientras le paso un chocolate.

-No, ella le pagó a una amiga mía para que viniera. Debéis ser muy amigos.-

-Se podría decir.- no menciones a N, imbécil. -¿Y tú por qué has accedido a venir? ¿Por el dinero?-

-No, es que creo, que los malos rollitos que hay entre nosotros, tienen que acabar. No quiero que me agredan otra vez.-

-¿Por qué no te defendiste? Es decir, cuando os enganchasteis por primera vez, te defendiste de ella pero después no lo hiciste. ¿Fue por que dijeron que te lo merecías?-

Tarda unos momentos en contestar.

-Supongo que sí, después de todo, como dice Noah, soy la Regina George del Forest's Wood.-

-Sinceramente, pensaba que eras más que eso, pensaba que eras más como N, y que no te importaba nada más que tu objetivo y que la gente sólo era eso gente, no pensaba que te dejaras llevar por lo que dijeran los demás. Supongo que te he idealizado demasiado.-

-Ves, por esto quería hablar. Ahora, nuestros pequeños desacuerdos están resueltos, así que te pediría que en el instituto te comportes conmigo como lo harías como con cualquier otra persona.- coje su chaqueta y se levanta.

La acompaño hasta la puerta.

-Perdón por cualquier daño que haya podido causar mi estupidez, espero que podamos volver a ser amigos.-

-Claro, Dylan.-

-Por cierto, quiero decirte, que ya no eres mi crush. Espero que no te ofenda.-

Se ríe.

Su risa se parece mucho a la de ella.

El corazón me da un vuelco como cuando  ella me plantó cara, pero ahora la estaba despidiendo.

Nina se marcha y solo me queda esperar a que N llegue pronto.

Me tomó una copa de champán mientras la espero.

En media hora, llaman a la puerta. Y vestida con unos vaqueros y una sudadera aparece N.

-¿Te ha gustado mi regalo?- sonríe, su pelo castaño está como de costumbre recogido en una coleta alta, sus ojos negros me miran expectantes. Tiene la nariz roja del frío y los finos labios cortados.

Me gustaría conservar esta imagen para el resto de mi vida.

-Me ha encantado.- la levanto y le doy una vuelta.

Yo, villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora