Marrana

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Dylan

Al final, recogimos la pizza un poco más tarde.

N a veces me daba miedo, ella quería ir deprisa, y a mí me gustaba tomarme tiempo con ella.

Esa noche, después de que casi muriera por una sobredosis de picante, dormimos juntos por insistencia mía.

A la mañana siguiente, nos despertamos temprano y volví a casa. Me ducho, y preparo para las clases. Conduzco hasta clase y le mando un mensaje a N mientras voy hacia clase

-Tengo que hablar contigo.-

-Yo no quiero, Noah.-

-Es sobre Nina.- me persigue. -No es quien tú crees.-

-Nina es mi amiga, no te atrevas a hablar mal de ella, o volver a ponerle un dedo, no voy a ser tan bueno.-

-Te está lavando el cerebro esa zorra.- me doy la vuelta hacia ella.

-Vuelve a llamarla así, y no me importará que seas una chica.- la dejo en mitad del pasillo y voy hacia mi clase.

Cuando llega la hora del descanso, me dirijo a la mesa de Nina.

-¿Que se te ofrece?- me pregunta cuando me siento en la incómoda silla.

-Necesito tu ayuda.-

-¿Incluye tener que ayudarte matar, destrozar la vida social o prenderle fuego a alguien y que parezca un accidente?-

-¿Qué? No.-

-Entonces soy toda oídos.-

-Verás, N y yo estamos juntos.-

-Enhorabuena.- lo dice sin importancia.

-Y le quiero invitar al baile de San Valentín. ¿Qué crees que le puede gustar? ¿Ir a recogerla en una limusina será demasiado? ¿Le debería comprar algo o no le gustará?- tengo demasiadas preguntas. Cuando N era mi confidente solo había que preguntarle, pero ahora que la sorpresa era para ella, necesitaba preguntarle a alguien más.

-Alto ahí vaquero, ¿has probado con preguntarle a ella? Osea, yo solo he hablado con ella una vez en mi vida.-

-Pero quiero que sea una sorpresa. Ayúdame, por favor.-

-¿Desde cuando hay tanta confianza entre nosotros?-

-Has sido mi crush, me has pegado, tuvimos una conversación de adultos... Para mí eso es suficiente confianza.- enumero.

-Está bien, te ayudaré.-

Durante las siguientes semanas, Nina me ayudó con lo de la sorpresa. Al final, como amiga me caía mejor que como crush.

Mi relación con Ninette iba creciendo exponencialmente, y llegó el día del 14 de Febrero.

El plan ya estaba decidido.

Primero, llegaría yo, porque Ninette tenía cosas que hacer. Calculé que llegaría poco después de la entrega de coronas a los Reyes de la Primavera. Ella haría su entrada espectacular, como diosa, reina, y Ninette que era. Entonces yo iría a su lado y la cogería del brazo, y beberíamos algo, y luego iríamos a la pista, y bailaríamos juntitos.

Y esa noche daríamos el paso.

Solo de pensarlo me entra la risa tonta.

Cogí un traje de chaqueta negro y una camisa negra para ir al baile, Kris y los demás me llevarían al instituto, luego se irían a la fiesta, mientras N y yo nos íbamos a mi casa.

Llevaba un ramillete con lirios del valle, margaritas y dientes de león para Ninette porque esas flores le gustaban, aunque odiara el color blanco.

Yo, villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora