Barata

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-Mamá, ya sé que soy adoptada.- lo sabía desde primaria.

-No lo entiendes, nosotros somos actores, Venus nos contrató para cuidarte.-

-¿Que?- el mundo se me viene encima, saber que era adoptada era una cosa. Pero que mi abuela estuviera detrás de todo era otra.

-Ninette, tus padres murieron cuando tenías dos años.- abre su bolso y saca un periódico, es de hace casi dieciséis años.

"Thomas O'Hara, y su esposa Helena mueren en terrible accidente automovilístico después de ser perseguidos por la prensa."

El periódico se agita en mis manos como un flan.

-Los contraté para que te dieran una vida normal hasta que pudieras volver a vivir conmigo, pero parece que el generoso sueldo que les pago no era suficiente para que te dieran una vida digna.- se apoya sobre su bastón para levantarse. -Ahora, tendrán que rezar para que sea suficiente para pagar la demanda de mis abogados.-

-Venus, no puedes hacernos esto. Mírala es toda una mujer de provecho.- me señala el hombre.

-Que os ha estado manteniendo mientras os hacíais ricos entre ella y yo. Largo.- les grita y abandonan la casa.

Sigo congelada en el sitio, viendo el titular del periódico una y otra vez.

-Gracias a que montaste el espectáculo en la iglesia, nuestra marca de ropa de novia incrementó sus ventas un trece por ciento, porque compraban tu vestido cuando en una boda la novia no quería casarse.-

-¿Vas a regañarme por lo de París?- pensar en eso me distrae de pensar en todo lo que acababa de pesar.

-¿Regañarte? No. Felicitarte por pasar la prueba. Aunque te ofrecí un mundo de facilidades lo rechazaste, por eso creo que eres una digna sucesora del apellido O'Hara. Aunque el pobre Louis se llevó un pasmo de narices.- se ríe.

-¿Por qué? ¿Por qué no me lo contaste nunca? ¿Por qué contrataste a alguien para que me cuidara? ¿Por qué no te quedaste conmigo?- tenía muchas preguntas.

-Ninette, quería que tuvieras una infancia normal, fuera del ojo público, y yo no podía dartela. Acababa de perder a mi hijo, y el conglomerado estaba pasando por su peor crisis. Pero su hubiera sabido que esos hijos de puta te hacían pasar hambre te hubiera llevado conmigo a Francia. Pero fui una imbécil y me fié de ese par de timadores.- Venus no encaja en el bungalow con su traje de marca.

-¿Pero por qué no viniste nunca?- no sé que pensar en este momento.

-Porque no podía verte, te pareces demasiado a ellos y pensaba que lo mejor era ocultarte de los que mataron a tus padres.- se pasa la mano por la sien.- Pero ahora estoy aquí, y voy a sacarte de este tugurio, te vas a ir al apartamento familiar de North River.-

-¿No me voy a Francia contigo?-

-¿Es que quieres irte y abandonar el Grand Open, al hijo de los Nolan, y el instituto a unos meses de hacer el examen de acceso de la universidad deportiva de élite en la que quieres entrar?-

-¿Como sabes eso?-

-Te he estado siguiendo de cerca desde lo de París. Ahora coje tus cosas y vamos.-

No sé si es porque estoy cansada o confundida, pero le hago caso y meto todas mis cosas en una mochila y una maleta, incluida la pintura para pelo. Nos montamos en un coche negro y conducimos hasta North River.

En una de las calles más caras, entran en el parking de uno de los edificios, y nos bajamos. Mi abuela me lleva hasta el último piso del edificio, abre la única puerta y entramos en un piso ridículamente amplio y grande de decoración minimalista.

Yo, villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora