Malnacida

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Dylan

Nina había llegado a la meta con casi un minuto de diferencia, pero estaba llena de sangre y a punto de colapsar.

Tenía el brazo lleno de sangre de la última curva, y los últimos metros los estaba haciendo dirigiendo la bicicleta con la clavícula.

La cojo antes de que se caiga al suelo.

-Nina, responde.- la pongo con cuidado en el suelo, los de primeros auxilios vienen corriendo. -Joder, N, tiene dije que no tuvieras miedo de unos huesos rotos, no que te los partieras todos.- le abro los párpados, pero no hay respuesta, tampoco respira.

-Ninette.- Venus chilla y se arrodilla a mi lado. -Ayúdame a girarla, tiene que vomitar.-

Apoyamos a Nina sobre su dorso, y empieza a toser, aunque no muestra signos de haber recuperado la conciencia.

Tras minutos de toser, escupe sangre y bilis, y vuelve a respirar.

Los de la ambulancia tienen que apartarnos de ella para poder subirla a la camilla.

-Dylan, ve a por los demás, yo la acompaño al hospital.- Venus corre detrás de la camilla, y yo cumplo sus órdenes, presa del pánico.

Entre la conmoción encuentro a Kris y a los demás.

-¿Donde está?- pregunta Alizée llorando.

-Se la acaban de llevar al hospital, vosotros id ahí, yo iré a por sus cosas.- les doy las instrucciones, y salen hacia el coche.

Cojo la bicicleta de la línea de salida y los zapatos, que alguien ya había traído, y fui corriendo a mi coche.

-Meted la bicicleta, y vamos al Hospital General, vamos.- en menos de un segundo, ya estamos rumbo al hospital, me giro para ver la bicicleta.

Tiene las llantas deshechas y medio manillar ha salido volando, miro las marchas, están en su máxima potencia, pero los frenos como nuevos.

El coche se detiene y bajo corriendo.

-¿Donde está O'Hara?- pregunto gritando.

-Ninette O'Hara caba de entrar en la UVI.- me dice uno de los enfermeros mientras señala la dirección.

Corro por los pasillos blancos, evitando cualquier obstáculo.

-Dylan.- la voz de Jack me llama desde una de las habitaciones, voy corriendo, y ahí están Kris, Alizée, Jack, Venus y Oliver.

-¿Como está?- pregunto ya sin aliento.

-Estable, pero no ha recuperado la conciencia, hasta que no se le estabilicen los niveles, y recupere los dos litros de sangre que ha perdido, no creen que despierte.- responde Venus.

-¿Y eso cuando será?-

-Dale un par de horas.- contesta Oliver.

Nina está en la camilla, con el brazo, la cabeza y la rodilla vendados, y con una vía intravenosa y oxígeno, tiene la boca rodeada de sangre reseca, y el maillot medio roto.

-Chicos, ¿por qué no vais a por un café y nos dejáis a Dylan y a mí un momento?- pregunta Venus.

-Claro.- responde el montón de traidores.

Nos quedamos solos.

Y aunque mide algo más de metro sesenta, tengo miedo.

-Mi nieta es una cabeza dura. Quería ganar esta carrera, y mírala. Verás, no sé todo lo que pasa entre vosotros, pero lo que sé es que Ninette no es del tipo que le coge cariño a la gente rápido, tiene el carácter de su santa madre, que Dios la tenga en su gloria.- mira al cielo.- Pero tú, eres diferente, y a la vez eres como ella, sufres en vano, porque no estáis juntos, así que te pregunto esto una vez y solo una puta vez. ¿Por qué cojones no lo arreglasteis después de la fiesta de la piscina?- 

Yo, villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora