Yo, villana

Idiota

Nina

Me despierto encima de Dylan. Nuestras manos siguen unidas.

Mientras duerme lo repaso con cuidado.

Sus afilados rasgos imponen, tiene la nariz recta, la mandíbula marcada, y pestañas tan largas que parece que siempre lleva delineado. Su pelo negro como la noche contrasta con su piel casi tan pálida como la mía.

Abre los ojos, grises como perlas.

-Buenos días.- me sonríe.

-Ya era hora de que te despertaras.-

La luz entra por la ventana, y de repente un sentimiento de culpa horrible.

Tenía que contarle la verdad.

Pero no podía.

-¿Vamos a desayunar?- me pregunta.

-Dame una sudadera primero, tengo frío y el vestido no ayuda.-

-¿Otra sudadera? ¿Te las regalo todas y acabamos antes?- como respuesta le cojo el rollito casi impalpable de carne.

-Está bien, ya va tu sudadera.- se levanta y me tira una sudadera.

-Gracias.- me levanto yo también y bajamos a la cocina, no hay nadie. Vamos a pasar el resto de las vacaciones solos.

-¿Que quieres desayunar?- me pregunta mientras me siento en uno de los taburetes que hay alrededor de la isla.

-¿Cereales?- me encojo de hombros.

Se da la vuelta como si fuera una lechuza, y me mira enfadado.

-No voy a permitir que comas cereales nuestro primer día juntos.-

-Está bien, no hace falta ponerse así tan temprano.-

Empieza a sacar cosas de la nevera, y mientras vamos hablando.

-¿Crees que también pasarás la siguiente ronda?- me pregunta mientras fríe unos huevos.

-Quedan tres meses, y la ronda es a nivel nacional, creo que voy a poder prepararme para pasar a la tercera.-

-¿Sabes que se habla de tí? En los periódicos deportivos digo.-

-¿Y qué dicen?-

-Que eres una de las favoritas para ganar. Un sorpresa de última hora, dicen algunos. Veo que la confianza que tenías en tus capacidades no era infundada.- hace algo en la batidora.

-¿Te pensabas que era un farol? Entreno desde que tenía ocho años.-

-¿Y por qué ciclismo? Es decir, otra gente prefiere el fútbol, el voley, tenis... Pero no, tu prefieres una bicicleta. ¿Por qué?-

-Supongo que cuando ví una carrera por primera vez en la televisión, cuando la carrera da comienzo y el pelotón se forma, piensas que van a caerse todos, pero se sincronizan aunque no hayan entrenado nunca juntos, y justo cuando esa bola humana se había formado, aparece uno de ellos rompiendo la hegemonía y poniéndose por delante de todos.-

-Imagino que era Iulio Salvatore. Te están brillando los ojos como cuando hablas de él.-

Me viene el calor a las mejillas, de pequeña había tenido un crush en Iulio.

-Supongo que él es mi inspiración, sí.- nada más que añadir.

Dylan emplata la comida. Huevos con beacon y un batido.

-¿Me quieres engordar?- le doy un bocado al beacon y cruje entre mis dientes. Está demasiado bueno.

-Claro que no, es que vas necesitar energía.- me mira, y no estoy muy segura si de lo que quiere hacer incluye una cama. -Patinar quema muchas calorías.-