Nina
Dylan se dirige a su equipo de música y saca el disco de Cigarrettes After Sex, pero le pongo la mano para detenerlo.
-Dylan, creo que ya podemos cambiar de canción. Si quieres, claro.-
-Eres tú la que acaba de salir de urgencias y la que ha ganado una carrera a nivel nacional.- parece que Dylan ya es el que era siempre.
Se ha tenido que acojonar cuando no me acordaba de su nombre.
¿Pero y si me volvía a pasar algo?
No quería perder tiempo con él, quería dar el siguiente paso.
Quería saber que volvíamos a confiar el uno en el otro.
-Elige tú la canción.- eso significa que está listo.
Saco mi móvil y lo conecto a los altavoces, Love is a Bitch de Two Feet empieza a sonar.
Espero que entienda la indirecta.
Salto hacia él y cierro las piernas alrededor de su cuerpo.
-¿Quieres hacerlo conmigo, Dylan?- le pregunto.
-¿Quien es migo?- estamos a punto de hacer el amor por primera vez, pero él se saca uno de sus chistes malos.
Es especial, dejémoslo ahí.
Unimos nuestras bocas, y esta vez si hay una batalla campal. La habitación cada vez se siente más caliente.
Dylan se sienta el cama conmigo todavía agarrada a él como un koala.
Apuramos hasta el último centímetro de oxígeno en nuestros pulmones, Dylan ha apoyado sus manos en mi cintura. Estoy por darle unas palmaditas por haber dado sus primeros pasitos él solito al turbio mundo del sexo.
Conduzco las manos de Dylan por dentro de la camisa y le ayudo a que me la quite.
-Estás diferente.- dice cuando me ve sin camiseta por segunda vez.
-Tu quieres que te pegue, verdad.- le cojo la camiseta y se la quito. -Tu también has cambiado.- le digo cuando veo sus abdominales marcados.
-Es que me aburría cuando no era tu saco de boxeo personal.-
-Hablas mucho.- le vuelvo a poner los labios en la boca, y le hundo los dedos en el pelo.
Él lentamente va bajando hasta mi cuello y succiona.
Se me para la respiración un momento.
-¿Te gusta?- me parece impensable que Dylan pueda llegar a tener esa voz ronca.
Como estoy sentada prácticamente encima de él, puedo notar que esta posición a él también le gusta.
Me deshago de él por un momento y me levanto. Me quito los pantalones y vuelvo a sentarme encima de él.
-¿Quieres jugar?- me susurra.
-¿Por qué no eres así normalmente?- le pregunto.
-¿No te gustan mis chistes basura?-
-No.- le susurro.
-¿Estas segura?-
-Vale, me encantan. Pero ahora, -le pongo las manos en los hombros y lo empujo hasta que está tumbado debajo de mí.- te quiero así.-
Vuelvo a besarlo, y voy bajando por su cuello hasta la clavícula.
Coloca sus manos en mi espalda, y las desliza hasta el sujetador, lo quita, porque un sujetador no tiene nada especial para quitarlo.
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Yo, villana
Novela JuvenilEs rubia (o eso parece), popular, temida por todos, tiene dos fieles pero no my inteligentes secuaces y es animadora. Y no, no estoy hablando de Regina George. Nina es la típica popular, rica, que tiene a todos a los pues de su rubia melena en el...