IX

1.3K 139 48
                                    

Al culminar el acto sexual, Grace se alzó para besar a Arthur mientras este la cubría en sus brazos. Separaron sus labios y la pelirroja relució una gran sonrisa. Se miraron profundamente y ella descubrió una angustia detonar en los ojos de Arthur.

—¿Qué pasa? —preguntó preocupada mientras llevaba sus dedos sobre su cabellera.

—¿Pasar de qué? —fingió con una languidecida sonrisa.

—Arthur —soltó inquieta. La pelirroja se acomodó en la cama y al mismo tiempo él recargó su cabeza en su pecho. Ella se extrañó por su actitud—. Arthur —insistió—, sabes que puedes decirme cualquier cosa. Más si es algo que te preocupa.

—No es nada —dijo, acurrucándose en ella.

—No te creo.

—De verdad, estoy bien.

Ante esas palabras, Grace suspiró entristecida y llevó sus brazos alrededor de él, buscando consolarle con el afecto que siempre le daba.

♣♦♥♠

Grace fue la primera en despertarse, observaba curiosa a Arthur quien dormía profundamente. En ningún momento deshizo su abrazo y por sus ligeros gestos, parecía tener conflicto con los malos sueños. Quiso despertarlo, pero algo dentro de ella se lo impidió, analizó aquellas muecas y se apegó más a él, esperanzada a que se controlara. Ella descubrió que sus respiraciones eran profundas, se había sorprendido por ello, o tal vez no lo había notado. Después de unos momentos, con calma, se alzó de la cama y buscó su prenda íntima y bata. Arthur sintió los ligeros movimientos, abrió los ojos y despertó con la imagen de la larga cabellera rojiza. Una leve sonrisa se dibujó por unos segundos, se dio la media vuelta y llevó una de sus manos a su rostro para frotar sus ojos. Grace descubrió esos movimientos por el rabillo del ojo, se dio la media vuelta y le observó.

—Buenos días —saludó con su típica sonrisa.

—Buenos días —respondió adormitado.

—Iré a preparar el desayuno. ¿Te gustaría waffles y huevos revueltos? —Él respondió con un leve movimiento de cabeza—. Bien —se abalanzó hacía él y le dio un beso en su mejilla. Grace sonrió y se alzó de la cama para irse a la cocina.

Arthur le miró hasta que su imagen desapareció, este dejó caer sus manos en su abdomen y contempló el techo. Desde que había descubierto que su padre era Thomas Wayne, algo dentro de él se quebró. Toda su vida creyó que su padre se había ido, que los había abandonado a él y su madre, y ahora, al saber que su padre era el próximo a postularse como alcalde de esta ciudad, una necesidad de irle a enfrentarle creció en él. Colocó sus manos sobre su rostro y las restregó con esmero, creyendo que todo ello era un mal sueño. Una vez paró, un suspiró surgió, se alzó de la cama y se dispuso a tomar un baño para alistarse al nuevo día que vendría.

Cumpliendo la rutina matutina, Arthur salió de la habitación y encontró que Grace ya estaba alistando la mesa. Ella le sonrió y se dio la media vuelta para volver a la cocina por el desayuno. Arthur caminó y se acercó a la repisa de las fotografías familiares y observó, como de costumbre, la fotografía del padre y hermano de Grace; ambos detonaban una unión maravillosa. La mente de Arthur dibujó su rostro en el del hermano y el de Thomas Wayne en el del padre. Una sonrisa se plasmó y, creyéndose lo que había fabricado su mente, se dio la media vuelta para tomar asiento en el comedor.

Grace colocó los platos, tomó asiento junto a Arthur y ambos dispusieron de su desayuno. Durante unos momentos de pláticas triviales, a él se le ocurrió preguntarle algo que no había querido decir anteriormente.

—Grace, ¿cómo era la relación de tu padre y hermano?

La pelirroja terminó de mascar su waffle y lo pasó junto a un trago de jugo de naranja.

Joker: A Fair Lady.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora