XVIII

1K 128 28
                                    

Lo poco que Grace recordaba era como los policías alejaban a Arthur de ella. El dolor en su vientre se intensificaba y les suplicaba a los oficiales que le ayudaran. Estaba asustada por su futuro bebé. Una ambulancia y los forenses tardaron en llegar, Grace se mantuvo en el suelo apretando el brazo del policía y rezando porque nada malo pasara. Los paramédicos llegaron, se acercaron a ella y escuchaban como repetía que estaba embarazada y que estaba preocupada por su bebé. A partir de ese momento, la mente de la pelirroja se vio envuelta en una gran nube, perdiendo el conocimiento del resto de esa fatídica noche.

♣♦♥♠

Ciudad Gótica quedó marcada, la anarquía que abundó toda esa noche creo un punto y aparte en la situación política y social. La gente sobrepaso su ira por ser ignorados a crear la justicia por su propia mano bajó los ideales de ese Guasón, el verdadero líder de este cambio.

Grace abrió sus ojos de golpe, la incandescente luz creó un dolor en sus ojos y alzó sus manos para evitar esa iluminación. Parpadeó rápidamente y su visión comenzaba a aclararse, una blanca habitación empezaba a formarse y sintió su cuerpo tirado en una cama. Miró a su alrededor y notó su brazo izquierdo conectado a una bolsa de suero, y más confundida de lo que ya estaba, trató de alzarse de donde estaba, logrando ser detenida por una enfermera.

—Señora, tranquilícese.

—¿Qué...? ¿Dónde...? —soltó confusa.

—Está en el hospital. Su estado es delicado, por favor, recuéstese y relájese.

—¿Hospital? —susurró—. ¿Arthur? ¿Dónde está Arthur? —le preguntó a la enfermera mientras le tomaba de su brazo.

—¿Es su esposo? —inquirió confundida. Grace volvió a parpadear y meditó lo sucedido de anoche—. ¿Señora?

De golpe colocó sus manos en su vientre y su respiración se agitó.

—Mi bebé... —susurró, sin embargo, la enfermera le comprendió.

—Cálmese. Sufrió una amenaza de aborto y si sigue alterándose perderá a su bebé.

Grace observó sorprendida a la enfermera, quien cambiaba su bolsa de suero, y parecía no comprender las palabras mencionadas por ella.

—¿No lo perdí?

—No señora, como le dije, fue una amenaza de aborto. Se vio en vuelta en una situación muy alocada, eso altero sus niveles de estrés y creo espasmos abdominales; ellos pueden provocar un verdadero aborto, así que, se lo repito, descanse. Esté relajada para que puedan darle el alta pronto.

—Gracias —mencionó con un alargado y gratificante suspiro. La joven enfermera sonrió una vez terminó de acomodar el suero, y mientras Grace se recargaba en las almohadas a su mente acabó de arribar lo sucedido de esa horrorosa noche anterior—. ¡Enfermera! —exclamó. Ella le miró preocupada—. Anoche, lo de anoche...

—No se preocupe —respondió con una desalentadora sonrisa.

Grace miró aterrada a la enfermera, ella terminó de revisar todo y antes de salir volvió a cuestionar por el nombre que ella había mencionado. La pelirroja cambió de golpe su semblante, negó ligeramente y volvió a recostarse en las almohadas. La joven enfermera se preocupó y analizó a la mujer severamente.

—Señora... ¿Alguien a quien podamos reportarle su estadía?

Miró a un punto fijo en la habitación, su parpadeo se aligeró mientras su mente se cuestionaba a quien podían llamar. Momentos después recordó a alguien y mirando serena a la enfermera le dio un número telefónico. La enfermera apuntó lo mencionado y se retiró, dejando a Grace envuelta en soledad.

Joker: A Fair Lady.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora