°°Pecado en la sangre°° Inosuke x OC KNY Demon Slayer

Como coser y cantar

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7 Capítulo

A Naoko le agradaban los pajaritos, en la montaña donde vivía no se veían muy a menudo o eran simplemente comunes o con colores sin vida, le gustaba acariciar con el meñique al gorrión de Zenitsu, junto a Nezuko.

No la dejaban entrenar. Aun que no se lo dijeron directamente. Pero el patrón y casi todos los pilares opinaban que al un demonio no se merecía tan grande honor como el de entrenar allí.

Además se habían enterado de la facilidad que tuvo en derrotar a la aprendiz del Pilar del insecto. Si verdaderamente era verdad lo que había dicho sobre ser una de las doce lunas, era mejor mantenerla apartada.

Aoi supervisaba a las dos chicas. Era parte de su trabajo y las dos le agradaban, pero Naoko más. Siempre le intentaba ayudar con los quehaceres, le rogaba por que le pusiera a hacer algo ya que cuando Aoi ayudaba a los chicos a entrenar ella se quedaba sola. Nezuko acostumbraba a dormir mucho. Ella no, solo si tenía heridas o caminaba mucho y estos días no hacía mayor esfuerzo.

Tras largas horas aburrida los chicos entraron a la enfermería donde todos dormían. A Naoko le habían dejado la misma habitación que Nezuko pero Inosuke por una extraña razón no quería. Ya que Tanjiro solía visitar a su hermana.

Inosuke no quería que ocurrieran accidentes como lo que el había pasado con la de pelo caramelo.

Zenitsu estaba algo magullado, Tanjiro tenía la manga de la bata un poco desilachada y por último Inosuke tenía la ropa completamente destrozada. El joven acostumbraba a ir con el torso desnudo, como las mangas eran grandes se arrastraban por el suelo. Aoi entró echando voces.

- ¡No me creo que hayáis vuelto a romper la ropa!

Zenitsu abrió los brazos.- La mía esta intacta.

- Menos el. ¡Sobre todo tu! -Señaló al de ojos esmeralda.- Es la última vez que os remando la ropa.

Tanjiro pidió perdón. Inosuke bufó molesto.

Le tiró unos camisón y le dieorn la ropa a Aoi. Naoko se levantó y siguió a la chica.

- ¿Vas a coser?

- Tendré que hacerlo, pero juro que no lo vuelvo a hacer.

- ¿Puedes enseñarme? -Aoi la miró sorprendida- Mi madre me llevaba algunas veces al pueblo escondida. Había un joven muy hermosa a la que mi madre le compraba telas y vestidos. Eran telas muy bonitas. Claramente no nos podíamos permitos las más bonitas pero igualmente me encantaba ver como la chica cosía. Me aburro bastante cuando Nezuko y tu no estáis junto a mi... Podría ser un pasatiempo.

Aoi intentó mantener la postura pero adoraba a esa chica. - ¡Por supuesto!

Le enseño a enhebrar la aguja, las cosas sencillas en primer lugar, las primeras veces se hizo algunos cortes, pasaba la herida por su lengua y estos desaparecían.

Naoko prestó atención a los movimientos de la otra, uno de sus ojos, el anaranjado se iluminaba. Después de esto podía imitar a la perfección sus movimientos y en base a eso lo aplicaba a los trozos de tela que unía.

Cuando Aoi término toda la ropa volvieron. Tanjiro agradeció el trabajo de la chica. Naoko se sentía mucho más feliz, hacia tiempo que no cogía una aguja.

Por la tarde volvieron a entrenar y en la noche Inosuke apareció corriendo como un Jabalí. Aoi le perseguía con un palo.

- ¡Has vuelto a dañar la ropa!