Señorita soledad.

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Señorita, es usted tan fina y rebelde,
su abrazo cálido me deja frío,
y a pesar de estar contigo, sonrió,
sé que estás aunque no pueda verte.

Tu figura inerte me mantiene despierto,
el escucharte me deja mudo,
a quién le cuento mis problemas si tengo un nudo,
no puedo hablarte porque pensarían que estoy loco.

Me acompañas desde hace mucho tiempo,
me acostumbré a ver tu sombra, aún estando oscuro,
señorita, usted nunca se va, ni me traiciona,
señorita, la posibilidad de su ausencia es tan nula.

Dígame por qué me sigue a todas partes,
si sabe bien que me gusta estar solo,
dígame si usted se quedará o se irá como los demás,
seré sincero, soy más feliz cuando de mí te vas.

Versos a la nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora