Voy a decirte...

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Aunque tú ya no estés,
mi cabeza imagina contigo un futuro,
y tu sombra no se va aunque esté oscuro,
que me volví adicto a tus ojos cafés.

No recuerdo que te hayas ido,
dejaste abierta la puerta de mi alma,
que te espera, pero perdió la calma,
al escuchar de tus pasos su sonido.

Olvidaste qué te prometí toda una vida,
porqué un amor eterno, es incierto,
al saber que algún día acabaremos muertos,
y si hay otra vida, espero verte, querida.

Nos dijimos adiós, y le pedí a dios que volvieras,
me faltó valor para volver a volar por otro cielo,
por caer del tuyo en una fría noche de invierno,
A pesar de eso, quiero que vuelvas, pero no hay maneras.

Versos a la nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora