Dulce sueño.

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Un sueño: recorrer tus labios con un paseo,
sentir tu abrazo sin tener que tocarte,
que remedies mis males, sólo con hablarme,
Y que no te marches, si es que despierto.

Alumbraba tu risa mi amanecer,
y yo viendo con la ilusión en mis ojos,
cómo pegas lo que un día en mí, estaba roto,
yo corría a la cama, con la esperanza de volverte a ver.

Las horas o minutos fueron eternas,
me sentía como un sabio,
la definición de perfección, en ti, la había encontrado.

Y la mejor nota musical,
era la que regalaba tu voz,
al oírla recitar.

¡Qué sueño tan grato y amargo!
producto del insomnio,
que la cafeína de tus ojos,
me ha regalado.

Versos a la nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora