Al llegar adentro me recibieron los guardias y me dijeron que me deshiciera de mis pertenencias, me dieron una bandeja para que pusiera todas las cosas que llevaba conmigo; mi celular, cartera, ropa y zapatos quedaron ahí; dijeron que más tarde llamarían a alguien para que fuera a recoger mis cosas.
Me dieron el horrible uniforme amarillo huevo que no le favorecía para nada a mi tono de piel y unos tom's negros.
Cuando salí del vestidor un guardia me estaba esperando afuera de este. Era un alfa, tenía un olor desagradable y con un movimiento de cabeza me indicó que siguiera adelante para acto seguido abrir una puerta mediante su huella dactilar.
Me llevó dentro de la prisión y pasamos varios pasillos y niveles para llegar a una celda en la que creo que estaría.
Era de noche, así que no había mucho alboroto.
–Pasa –dijo el guardia y me empujó dentro de la celda.
–Cuidado –dije viéndolo con mala cara
El guardia me tiró otra bandeja con sábanas, cubrecamas, un cepillo de dientes y un tubo de pasta dental.
En la celda habían dos camas, un pequeño lavabo, un baño, y unas pequeñas cómodas a la para de cada cama;en una cama había un chico moreno, con cabello rizado, ojos marrones y labios rellenos, tenía pecas en su nariz y mejillas, y una gran cicatriz en la ceja derecha. Estaba sentado solo viéndome, ojos grandes expectantes a lo siguiente que pasara.
–Hola, me llamo Samuel– Empezó a decir el beta en cuanto el amable guardia se había ido, saltó de la cama y tomó mi bandeja con las cosas para ayudarme a ordenar mi cama y continuó hablando– Al parecer seremos compañeros, solo espero que tú no mueras. –dijo de lo más sereno sonriendo.
Un poco consternado dejé de doblar la sábana y volví a verlo – ¿Disculpa?
–Descuida, no pasa nada, de todos modos no creo que tú seas del tipo que se mete en peleas o drogas. Aunque bueno...–dejé de prestarle atención, era un chico al que obviamente le encantaba hablar y no me interesa para nada lo que tenía que decir. No había venido a hacer amigos.
–Gracias– dije cuando me pasó la almohada y la puse en la cama.
Él solo se encogió de hombros en un acto como de "está bien" y volvió a acostarse en su cama. Yo fui a lavarme los dientes en el diminuto lavabo que había en la pequeña habitación.
Cuando me acosté el chico volvió a hablar– ¿Cómo te llamas?
–Louis.
–Oh que lindo nombre, ¿por qué estás aquí, Louis?
–Vine a pasar mis vacaciones–contesté tajante.
El chico rió como si le hubiera contado la cosa más graciosa en el jodido mundo.
–No, en serio ¿qué hiciste?
–Nada.
–Oh vamos, no te creo, no puedes venir a la cárcel sin haber hecho nada, por ejemplo yo estoy aquí porque maté a mi vecino.
–¿Qué?– ya me quiero ir de aquí
–Si, el señor era muy molesto y ponía muchas quejas de que yo era muy ruidoso con mis visitas o que mi perro se metía a su departamento, y un día yo estaba muy enojado porque había peleado con mi prometido y mi perrito no estaba, así que lo anduve buscando y no estaba por ningún lado, en resumen el señor Langdon lo había matado, entonces fui a mi departamento y tomé mi bae de baseball de metal y fui a verlo así que– se encogió de hombros, al parecer le gustaba hacer eso.
–Escucha Smith–empecé a hablar pero me interrumpió
–Sam – rodó los ojos
–Como te llames, no he venido a hacer amigos, no me interesa como estás, cómo mataste a tu jefe o lo que sea.
–Entiendo que estés molesto, la primera noche nunca es fácil pero no te preocupes aquí estoy y yo seré tu amigo–Dijo y se levantó de su cama para sentarse a mi lado.
–¿Qué no tienes una cama justo allá?–señalé su cama.
–Claro, solo no quiero que te sientas solo, pasaré la noche contigo si no te molesta–tenía ojos sinceros.
–Si me molesta –dije y lo tiré de la cama.
Se levantó y sacudió su uniforme–Cualquier cosa me dices, no importa qué hora sea, ¿bien?
–Claro que si Sirius–me di la vuelta y como pude me acomodé en la diminuta cama.
–Que es Sam, cariño, descuida pronto lo recordarás bien, creo que eres un poco olvidadizo –rió.
Bien, o este tipo era pendejo y no entendía que no me interesaba en lo mínimo hacer una amistad con él o nadie, o bien era retrasado.
No pude dormir en toda la noche, ya eran las siete de la mañana y el mismo guardia de la noche anterior llegó a nuestra celda a despertarnos.
–Arriba, que tienen que hacer cosas, este no es un hotel– golpeó las barras.
–Ya te escuchamos, idiota– dije dándome la vuelta y poniendo toda la colcha sobre mi, para así poder quedar todo envuelto.
Por unos segundo pensé que se había ido, pero tengo mala suerte– Le-ván-ta-te –Gritó en mi oído.
Samuel, ya se había levantado y hecho su cama; estaba tomando su toalla, cepillo de dientes y pasta dental para ir a las duchas.
–Lou, vámonos–Estaba parado justo en la puerta y lucía aterrado.
–Si te quitarás de encima de mí podría salir, alfa idiota–Dije en su cara.
Se levantó y empujó a un lado a Sam.
–Pero, ¿qué mierda se cree ese?– dije enojado caminando hacia las duchas junto a Sam.
–Es mejor que no te metas en problemas Louis, él es el jefe de seguridad de la prisión, y es el peor de todos los guardias, si le gustas eres suyo y si te niegas te hace la vida imposible.
–¡Cuidado!– grité cuando un alfa pasó enojado a nuestro lado, y tiró a un omega que estaba en su camino, si no lo quito lo hubiera botado.
–Gracias, Lou. Igual deberías de tener cuidado, y no solo con los guardias, sino con todos– Dijo y volvió a ver a su izquierda y derecha, como verificando si podía hablar, cuando estuvo seguro de que nadie iba a escuchar, dijo en un susurro– Y más con Harry Styles.
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Cautivo en ti
FanfictionLouis Tomlinson es un exitoso omega empresario, autor y editor, que por cuestiones del destino se encuentra en problemas que lo llevan a la cárcel, donde se topa con Harry Styles un famoso alfa narcotraficante, uno de los más peligrosos. Cuando el...