Una Mortal y un Dios (Loki y tú)

Capítulo 2: Llegada a Asgard

Han pasado un par de semanas desde que tengo el libro conmigo, cada noche lo he leído, me siento atraída por él. Los exámenes del primer semestre han finalizado y esta noche saldremos a celebrarlo.

Estoy en el sofá con una taza de café caliente y viendo la televisión mientras espero que venga mi prima Anna, ya que nos prepararemos en mi apartamento.

- Adelante- digo a mi prima con una sonrisa, que ha llamado a la puerta

- Qué frío hace- dice mientras se quita su abrigo, yo me río, porque tiene la nariz de color rojo.

- ¿Quieres un té caliente o prefieres café?- le pregunto mientras cuelgo el abrigo de Anna.

- Un té por favor- se sienta en el sofá, yo me dirijo a la cocina y le preparo el té- ¿Este es el libro que me dijiste que te encontraste en la biblioteca?- pregunta desde el salón.

- ¿Qué hace ahí?- digo regresando al salón- si lo tenía en mi habitación- me siento a su lado, dejo la taza de té en la mesa.

- Pues estaba aquí- señala la mesa, yo la miro confundida- oh mira que rubio más musculoso- dice abriendo el libro donde está la foto de Thor y de Loki- qué guapo es, qué pena que no existe porque sino me casaba con él- dice yo me río.

- Es Thor- le digo riéndome, porque no deja de mirarle- y sí es guapo, pero su hermano también-señalo a Loki, Anna me mira.

- Si da miedo con esos cuernos que lleva en la cabeza- dice mirándole- para ser hermanos no se parecen, ¿no?- dice, yo me encojo de hombros.

- Se parecerá a su madre- le comento, la verdad que en todo el libro no aparece una sola foto de la madre de ambos chicos.

- Quizás- sigue mirando el libro- ¿Porqué hay páginas en blanco?- pregunta.

- No lo sé, cuando las vi también me lo pregunté- miro a mi prima- quizás sea que el autor no sabía más de la historia- me acomodo en el sofá, cierra el libro y lo deja sobre la mesa.

- Ahora, dime, ¿ya tienes pensado qué ponerte para salir?- pregunta como una niña pequeña.

- Pues la verdad que no- digo mirándola- había pensado un vestido, pero no estoy segura.

- Ya puedes ir a ducharte y mientras piensas qué ponerte- se pone en pie- yo me vestiré en el otro baño- veo que rebusca entre su maleta, esta noche se queda en mi casa a dormir.

Anna se va al baño de los invitados y yo me voy al de mi habitación, me ducho tranquilamente. Después me dirijo a la habitación y busco algo que ponerme, me decido por un vestido de color morado.

- ____- me llama  a la vez que toca la puerta- ¿puedo pasar?- pregunta.

- Claro, Anna- abre la puerta, lleva un vestido realmente bonito y que le queda perfecto- estás muy guapa-le sonrío.

- Gracias- me dice- tú también, ¿Te ayudo con el peinado?- pregunta

- Sí por favor- le digo mientras me siento en la silla del tocador- que a ti se te da bien- me sonríe a través del espejo.

Anna comienza a peinarme, siento varios tirones en el pelo pero no le digo nada porque apenas duelen, después me maquilla poco a poco. Me miro en el espejo y me sorprendo, no parezco yo.

- Madre mía, Anna, si parezco otra- digo mirándome en el espejo- es perfecto- sonrío.

- Eres tú, lo que pasa es que como nunca te maquillas- dice mientras guarda todo en su estuche de maquillaje- pues ahora crees que estás viendo a otra persona- se ríe, yo niego con la cabeza.