La sonrisa Vertical(CLEXA AU) ~~FINALIZADA~~

Cap. 5

"La sonrisa es una curva... que lo endereza todo..." (Phyllis Diller)

La Sonrisa Vertical

Clarke cerró la puerta con prisa, apoyó su espalda totalmente en la madera, esperó hasta escuchar los pasos de Lexa escalera abajo y luego soltó todo el aire que había contenido dentro de sus pulmones.

Notaba el calor de sus mejillas y la vergüenza apoderándose de todo su cuerpo.

Nunca antes se había sentido así de esa manera, tan avergonzada consigo misma como se sentía en ese momento. No solo porque Lexa pudiese haberla escuchado "masturbarse" pensando en ella y en su boca, lo cual ya era malo -claro que ese dato no sería algo que la castaña pudiese saber de ninguna manera- pensó fríamente; sino por la necesidad que había sentido de hacerlo desde el primer momento que hablaron a través del chat de aquella aplicación.

Ni siquiera se habían visto fisicamente ni una sola vez, no se conocían, no sabían sus nombres reales; solo los nicks que ambas habían usado para identificarse. 

El de Lexa "Heda" y que tanto había llamado la atención de Clarke, quería hacer gala de pertenecer a alguien con fuertes convicciones, con las ideas bastante claras y que no se detenía ante nada y sin embargo Clarke tuvo la sensación; por la forma de expresarse, por la forma de usar sus palabras; de estar hablando con alguien extremadamente sensible, alguien que podría haber sufrido mucho y que tenía miedo de enamorarse; y a medida que más hablaban más vulnerable se sentía ante la posibilidad de perderse en cada milímetro que componía aquella sonrisa, aquella boca; sus dientes blancos y perfectamente alineados entre esos labios rosados y esponjosos; y ese hoyuelo sutil a un lado, descubriendo a esa personalidad al otro lado y que encajaba perfectamente con la suya.

Lo cierto era que nunca antes había tenido un "crush" propiamente dicho, con nada ni con nadie, en toda su vida.

Clarke tenía los pies bien firmes en la tierra y nunca entendió ese tipo de enamoramiento, ilógico e irreal, que podía llevar a alguien a enloquecer por otro alguien a quien no conocía.

Como en alguna ocasión le había ocurrido a algunas de sus amigas -durante la adolescencia- por su cantante o actor favorito o por el chico más popular de todos y el que ni siquiera sabía de sus existencias; hasta llevarlas al punto de convertir sus habitaciones en unos verdaderos santuarios; un lugar de culto y veneración, con todas aquellas fotos en las paredes y los recuerdos más insignificantes que habían ido coleccionando como si fueran grandes tesoros; hasta hacer todo lo posible por conocer a esa persona de la que decían haberse enamorado sin ni siquiera antes hablar con ella.

No lo entendía porque Clarke solía ser demasiado exquisita -selectiva- en sus elecciones.

Un olor, un sabor, una expresión o una palabra que reflejara un pensamiento con el que Clarke no claudicara, no confesara; cualquier detalle, por mínimo que fuese, sería más que suficiente para no sentir esa clase de atracción.

Y no lo entendió hasta que entró en aquella aplicación con la intención de "echar solo un vistazo" y se encontró por primera vez con esa sonrisa.

Bendita sonrisa.

Ahora se sentía capaz de empapelar su propia habitación con esa foto hasta que no quedase ni un solo hueco libre en ella; y quizás ese era el motivo principal por el que se sentía tan avergonzada; ya no era una adolescente en plena revolución hormonal que descubría por primera vez su orientación sexual y, por supuesto, el placer por el sexo;   y a lo que añadía, para exacerbar su vergüenza, el hecho de sentirse incapaz de controlarse a partir de ese momento en el que se encontraba con esa sonrisa en persona; lo último que había necesitado para declarar oficialmente que había tenido el mayor "crush" que jamás hubiese esperado experimentar.