12 Todo listo

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Toda la familia de Cindy la miró con expresión atónita cuando la escucharon mencionar el nombre de Oscar.

— ¿Cindy, está bien todo por allá? —preguntó Oscar muy agitado.

—Sí, sí, no ha pasado nada...aún—respondió ella—Por cierto, mi familia ya lo sabe todo. Y justo en este momento estaba diciéndoles lo que haremos para la sesión. Les dije que...

— ¡Cindy, escúchame!—exclamó Oscar—Mira, no tengo mucho tiempo así que pon atención a lo que te diré: Conocí a alguien en el reformatorio que podrá ayudarnos con eso de la sesión. Se llama Kalimdor Corlayne. Vino desde Honey Faith y créeme, el podrá ayudarnos con todo esto. El punto es que lo que tienes que hacer, es decirle a tu padre que venga por mí y por él—continuó—Ya me otorgaron la libertad, así que ven y sácame hoy mismo. Estoy en un reformatorio ubicado en el bosque de Karmalgan, a ciento catorce kilómetros de Gnilwor. Kalimdor estará esperándonos afuera. Te explicaré lo demás luego—concluyó.

—Pero, Oscar...—Cindy chasqueó la lengua—hay un problema. Jorlayna de alguna manera creó una barrera para que no pudiéramos salir de la granja.

—Chico, te quedan quince segundos—dijo la voz de uno de los oficiales.

—Sí, lo sé, ya casi acabo—exclamó a los oficiales—Cindy, solo busca la manera de hacer lo que te dije. Recuerda: en el bosque de Karmalgan, a ciento catorce Kilómetros de Gnilwor. Ven por nosotros, Cindy.

—Oscar, pero...Oscar... ¡OSCAR!—gritó Cindy, pero ya habían colgado.

— ¿Era Oscar?—preguntó Katie.

—No, era mi hada madrina—respondió Cindy con sarcasmo—Por supuesto que era Oscar.

— ¿Y qué dijo?—quiso saber Rosa.

—Tenemos que ir por él al reformatorio juvenil donde lo tienen detenido—explicó Cindy—Me dijo que ahí conoció a alguien que podrá ayudarnos, y que también tenemos que ir por él. Están en el bosque de...Karmalgan—dijo con el ceño fruncido ya que el nombre del bosque por poco y se le olvidaba.

—Sé adónde queda—dijo Christopher.

— ¿Pero cómo lograremos salir? Esa barrera no nos lo permitirá—dijo Anna, quien se había logrado tranquilizar en los últimos dos días.

—Oh, cierto. La barrera—sostuvo Cindy.

Después de pensarlo por un momento, Cindy recordó el sueño que había tenido. Recordó a Jorlayna pronunciar unas extrañas palabras, e hizo el mayor esfuerzo de su vida para tratar de recordarlas. Después de casi diez minutos de ir y venir por toda la sala, las palabras de Jorlayna retornaron a su mente con una gran claridad.

— ¡Ya lo recuerdo!—exclamó.

— ¿Recordar qué, hija?—preguntó Christopher.

—El hechizo, el de barrera—entonces Cindy golpeó las palmas de sus manos con un solo aplauso—Ya sé cómo podremos cruzarlo—dijo. Y luego pronunció el maleficio de la barrera eléctrica:

El camino de la huida, bloqueado estará.

Solo por buscar indicios para encontrarme, podrás pasar.

En la vivienda y el caserío mi frontera verás.

Y si intentas escapar, una descarga tendrás.

—Eso no significa nada—declaró Anna.

— ¿Anna, no lo entiendes?—dijo Cindy—Por eso no pudimos irnos de la granja el otro día, no pudimos ni siquiera llegar hasta la carretera porque estábamos escapando. Y la única manera de cruzar...es precisamente esa: debemos ir por Oscar.

CLOOPYWhere stories live. Discover now