Especial de Halloween

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Por donde empiezo... hoy pasaron muchas cosas. Supongo que desde el principio. Hoy es esa festividad extraña ¿Halloween? ¿En serio eso existe? Como sea. Ella estaba súper emocionada. En clase tuvimos que exponer como se celebra esta fecha en diferentes partes del mundo. Al parecer es una fecha famosa que a muchas personas les gusta. Después de hoy, a mi no. De cualquier manera expuse, no entendí nada de lo que dije. Ella expuso de su país, aún me pregunto a quien soborno para que le tocara su país. Hablo de lo que se hace allá, me pareció mejor que eso de los disfraces y los dulces. Me gusta eso de recordar a los fallecidos de una manera alegre pero sin que sea burla, es un poco raro. Supongo que sólo los mexicanos pueden entender bien esa fecha. Durante el almuerzo me dio a probar un pan típico de la época y una bebida rara a base de chocolate. Muy dulce para mi gusto pero estaba delicioso. Ayer en el trabajo me dijeron que hoy podía tomarme el día libre. Tal vez no fue buena idea.
Después de clases fuimos ella, su amigo y yo a una ¿casa embrujada? Al parecer el objetivo de eso es asustarse, y se supone que es divertido. No me divertí en absoluto, deteste ese lugar. Y mira que para que yo odie algo es difícil. Mi martirio comenzó cuando su amigo me propuso una puesta entre nosotros. La apuesta fue a ver quien lograba asustarla. No sé porque me emocionó la idea de asustarla y consolarla en mis brazos. Seré idiota. Pequé de inocente de nuevo. Conociéndola era obvio que no se iba a asustar. Pero mi poco inteligente cerebro aceptó la apuesta. Ese fue el error número uno. Entramos a la casa esa. Ese fue el error número dos. ¡Imposible que a mí me sucediera eso! Es decir ¡Yo bajé al infierno! ¡Yo fui Hades! ¿Y enserio el asustado fui yo? ¿De verdad fue ella quien me consoló a mi? ¡Se supone que sería al revés! Vaya, hasta yo puedo ser orgulloso.
Después de esa humillación me invitaron a una fiesta. No quiero que ella se quede con esa imagen de mi, así que acepté. Error número tres. Tengo curiosidad ¿Habrá alguna manera de asustarla? Como sea. Su papá pasó a recogerla de la casa embrujada, no se porque el señor llegó con disfraz en mano, y me lo prestó, es decir, tenía un disfraz preparado para mi. Esa familia es rara. Lo bueno fue que me ahorró el trabajo de conseguir un disfraz yo. Me dijeron que era de algo llamado ¿vampiro? No sé. De alguna manera llegué a la fiesta, estuve un rato buscándola pero no la encontré. Mejor fui a comer algo. La comida era rara, las personas estaban vestidas raro, todo era raro. Esa es la palabra de hoy, raro.
De repente se me acercó una persona que llevaba un antifaz así que no la reconocí. Error número cuatro. Era preciosa. No comprendo lo que me pasó. Yo nunca había tenido esa clase de pensamientos. Mis ojos se fijaron en su muy curvilíneo cuerpo. Su disfraz acentuaba sus curvas exquisitamente. Era deliciosa a la vista. ¡Que rayos me sucede! Me quede ahí viéndola cuan bestia hambrienta. Me la quería comer ahí mismo ¡Por Zeus que alguien me explique que me sucede!  No sé quien, dudo mucho que mis hermanos sepan del tema. Jamás les diré esto. Me muero de la vergüenza ahí mismo o ellos me matan. Regresando a la fiesta. Ella me tomó de la mano y me jaló hacia la pista de baile. Eso debió darme una pista de quien era. Ese cabello es tan único, como rayos no la reconocí. Ella bailaba y se veía hermosa haciéndolo. Y yo ahí con mi cara de estúpido viéndola. Pasaron las horas, no hicimos nada más además de bailar y comer. Al final ella dijo: llegaron por mi ya me voy. En serio, hasta eso debió darme una pista de quien era, pero yo estaba tan embobando viéndola que ni su voz reconocí.
Salí a despedirla. Un auto se estacionó, y ví a su papá salir del auto. Me quería morir ahí mismo. La hermosa musa que estuve viendo como si fuera un pedazo de carne era mi amiga. Y no la reconocí en ningún momento. Me di cuenta por su papá. Normalmente ella usa ropa muy holgada y es tan linda y tierna de una manera infantil pero hoy, wow. Hoy era todo una mujer. ¿Que haría Ikki? Necesito su consejo. Antes de irse se quitó el antifaz y me preguntó ¿Te gustó mi disfraz de pirata? Y yo con el cerebro frito le respondí la mayor tontería que se me ocurrió en ese momento: ¿De que estabas disfrazada? Creo que ya no tengo amiga. Furiosa de subió al auto. Su papá se me acercó y con una sonrisa paternal me dijo que es la primera vez que la haré enojar y no es la última. Que no me martirice. Que no me odia. Qué mejor piense que hice o qué no hice, le compre un regalo y me disculpe. Me queda claro que ese hombre es un ángel caído del cielo. Me duele la cabeza, mañana pensaré como resolver eso. Dios, su cuerpo.

Acabo de pensar algo, lo voy a anotar para que no se me olvide, su papá debe de saber cómo asustarla.

Cambiaste mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora