Ellos son raros

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Aún no he podido dejar atrás mis viejos hábitos. Aún permito que los demás tomen decisiones por mi. No sé qué hacer para remediarlo. Es que, siempre he vivido de esta manera. No sé cómo vivir de una forma diferente. Este va a ser un proceso muy largo. Ni siquiera estoy seguro de si fue mi culpa por inocente o si ella se pasó de aprovechada. En lugar de buscar culpables voy a buscar soluciones. A ver, repasemos todo lo que sucedió.

Yo estaba en clase, normal, nada fuera de lo común. En ese momento noté que Xareni estaba algo ansiosa y nerviosa. Le pregunté si le preocupaba algo o si tenía algún problema. Me contestó que tenía que confesarme algo pero no sabía cómo. Le dije que durante el almuerzo podríamos hablar con confianza. Al llegar la hora comimos rápidamente y le dije que podía hablar conmigo sin miedo. Respiró profundamente y se confesó. La muy....ocurrente. Ella decidió inscribirme en un torneo de artes marciales. Me molesté bastante. Debió pregúntame antes. No era una decisión que ella pudiera tomar a pesar de ser la capitana del equipo, tenía que haber pedido mi consentimiento antes. Ella sabe perfectamente que no me siento cómodo con los combates cuerpo a cuerpo. No me gusta herir a las personas y si peleo con muchachos de mi edad los voy a lastimar. Osea teniendo en cuenta mi pasado... El asunto se explica solo. Sigo molesto con ella. Entiendo sus razones, aún así no tenía ningún derecho a pasar sobre de mi de esa manera.

Hasta ahora he cedido antes sus caprichos, todos y cada uno de ellos. No le hablo a otras chicas, me como la extraña comida que su padre me hace todos los días, a pesar que nunca se me preguntó si la quería o no. Incluso entré a su equipo aun cuando no me gusta esa clase de combate. No voy a evitar el torneo, pero sigo enojado con ella.

Hablé con ella y le expresé mi molestia y que ya nunca más permitiré que nadie pase sobre de mi de esa manera. Ni ella ni nadie. No quiero dejar de ser su amigo pero no voy a permitir que me trate así. Yo sé que no lo hizo de mala fe. Ella es así, es posesiva y llega a hacer locuras para que sus seres queridos se queden a su lado. Saori y mis hermanos lo hacían porque me veían como su títere. Xareni tiene amigos, hombres, no tiene amigas. O por lo menos yo no le conozco ninguna. Sé que en mi arranque de celos le dije que no hablara con otros chicos si yo no estaba ahí pero la verdad nunca la limité de esa manera, yo no tengo ese tipo de derechos sobre ella. Aunque nunca me ha fascinado que ande por ahí con sus amigos. Con ese incidente ya no estoy seguro cómo debemos interactuar entre nosotros en adelante. Ahora ya me pregunta con antelación si quiero la comida de su padre. Me da gusto que lo haga, pero no debimos llegar a este extremo para entender eso. Estos días han sido algo tensos. Ya no se me pega como antes. El ambiente es bastante incómodo cuando estamos juntos. Y los rumores están empezando a circular. Es bastante molesto si voy a ser sincero. La verdad, ya no quiero seguir así con ella, quiero regresar a nuestra extraña y pegajosa amistad pero no sé cómo. Extraño sus abrazos, sentir su cabello entre mis manos, me divertían las miradas celosas de los otros varones por tener el privilegio de tenerla entre mis brazos. A todo eso hay que sumarle que su padre ya no....me aprecia mucho que digamos. El señor Ezra quedó algo resentido conmigo después de que la asusté.
Me quedé pensado en eso y me di cuenta de una cosa, yo en ningún momento le dije que Seiya, Hyoga y Shiryu son mis hermanos. Le dije a Xareni que tengo hermanos pero nunca le dije quiénes eran, ni siquiera sus nombres. A Ikki suelo llamarlo hermano, pero a ellos tres no. ¿Entonces cómo supo el señor Ezra que son ellos tres específicamente? Y hablando como caballero, es más que obvio que esa familia tiene algún poder extraño. Así que me armé de valor y confronte al señor Ezra. De antemano le pedí disculpas: si lo ofendí de alguna forma, esa jamás fue mi intención. Una vez que me disculpé le pregunté sin rodeos. ¿Cómo es que supo que ellos tres son mis hermanos? Primero se quedó un momento atónito, con expresión incrédula. Me contestó que le sorprendía gratamente que me atreviera a preguntarle a la cara y que no me iba a decir la verdad. Dijo que podría inventarse cualquier cosa, pero él sabe que yo me daré cuenta de que no es cierto. Me alegra que me reconozca, él sabe halagar. Me dijo que me perdonaría lo del susto a cambio de que olvidara ese asunto, que él está consciente sobre mis sospechas sobre sus poderes pero no me va a decir que son. Que no me quiebre la cabeza en eso, no va a soltar fácil su secreto. Le contesté que al decir eso admitió que mis sospechas son ciertas y se echó a reír, me felicitó por ser más perspicaz de lo que él creía. Le dije que si aún no confía en mí lo suficiente está bien, le dije que como caballero de Atena no interferiré en asuntos ajenos siempre y cuando no representen una amenaza para la Tierra y la humanidad. Me miró sorprendido. Me respondió con una pregunta: "¿En serio, Atena?, ya sospechaba yo que  trabajabas para algún Dios o algo así pero eres más serio de lo que esperaba, con razón te molestó que mi hija te metiera en el torneo" Después de eso se despidieron y se fueron, yo regresé al dormitorio. Así que yo sospechaba de él y él de mi. Que divertido. Más tarde me llegó un mensaje de Xareni que decía: "Hàblame más de tu diosa, jamás había escuchado sobre ella" Sólo le contesté que es la diosa de la guerra táctica y la sabiduría,  protectora de la Tierra. Me contestó pidiendo que le contara mi historia, le dije que sólo le daría la misma cantidad de información que ella me diera a cambio; y en este en momento es cero. Me dijo que lo entiende pero eso no depende de ella. Le respondí que para subsanar nuestra amistad salgamos juntos a algún lado a pasear. Ella dijo que si, obviamente con chaperon. Aún no decidimos a dónde. ¿Cómo es posible que ella no haya escuchado sobre Atena? Entre los que manejamos el cosmos todos conocemos a todos los Dioses, por precaución. En serio esa familia es rara.

Cambiaste mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora