Día 20

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Venus:

—¡Tada!.—Cady sale de su escondite y me muestra el vestido en medio de nuestra video llamada por Sky.—Este es.

Observo en silencio el vestido, es blanco, irónico que lo sea, pero también es escotado y de encaje, la combinación perfecta según Cady y Elizabeth.

—Es .. hermoso.

Le pedí a Cady que me ayudara con el vestido, solo le di las medidas y juntas escogimos como me gustaría, al final ella eligió este y vaya que es precioso.

—Te aseguro que en vivo lo es más.—Hace un gesto con las manos.—Te aseguro que estoy a esto de ponérmelo, Vee.

Sonrio mientras veo como lo acomoda dentro de la caja otra vez.

—Bien, te lo enviare por correo para que te lo pruebes.

Chasqueo los dientes.—No estoy segura si aquí.

Cady me observa con una ceja alzada.

Suspiro.—Para regresarlo sera incómodo.

—Incomodo será que el día de la boda no puedas caminar al altar porque el vestido no te deja avanzar.

—Tienes mis medidas, se supone que debería se exacto.

—No lo sé.—Responde observando el lugar que alcanza ver por la pantalla.—Por lo que veo estas en una panadería....—Abre la boca indignada, a punto de gritarme.—¿Estas comiendo pan?

—Es de mis padres..—Tomo aire.—Y mi dieta continua.

—Eso espero porque si no te llega a quedar..

—Me quedara..

—Entonces te lo envió, además cuanto más lejos este del novio, mejor.

—No creo en supersticiones.

—No creo que te haga falta hacerlo.

Bajo la mirada.

—¿Ya solucionaste el problemita?.—Me pregunta.—No respondas, es claro que no, sino estarías probándote el vestido aquí conmigo y no yo enviándotelo por correo.

—¿Cómo está todo allá?

Cady suspira.

—¿Ian no...?

—Está preocupado, sí, pero yo y Elizabeth lo persuadimos de ir por ti, aunque no se cuánto tiempo podrá resistir.—Ella sonríe.—Ian ha estado tanto tiempo lejos de ti que ya no lo soporta.

Una sonrisa dibuja mi rostro.

—Si sigues será un mes completo y esta vez nada lo detendrá..

—Solo quiero resolver esto antes de la boda...hice un trato con el ...

Cady escucha atenta.

—Me firmara los papeles del divorcio después de la colecta para la panadería... entonces seré libre..

Libre..

Ahora me resulta extraña ese termino.














(*)













—¡Es bellisimo!.—Exclama Raquel cuando abro la caja que se encuentra sobre mi cama y donde está el vestido.

Si lo es, Cady no exagero para nada.

Raquel toca la textura de la tela con sus dedos y su sonrisa crece.

—Mamá se volverá loca cuando te vea con esto puesto... y ni que decir de papá, probablemente llore.

Sonrio despacio.

—Es muy hermoso y te quedara muy bien.

No respondo, mi mirada se pierde en el vestido y siento mi corazón acelerarse.

¿Es alguna clase de ataque de pánico?

Ya sea normal o no, esto ahora me resulta apresurado y ansioso, me doy cuenta que es una completa realidad ahora que tengo el vestido de novia conmigo.

Voy a casarme...

Por segunda vez..

—¿Y bien... ?

Parpadeo al escuchar a Raquel, me vuelvo hacia ella, mi corazón sigue igual de acelerado.

Esto es demasiado..

¿Qué rayos me pasa?

Suelto el vestido y lo dejo sobre la caja de nuevo.

Hace un gesto con las manos.—¿No te lo quieres probar?

—No, no quiero.

Raquel alza una ceja.—¿Vee?

—¿Tendré todo el tiempo para probármelo, no?

Que va a pasar si otra vez me estoy equivocando, si esto no funciona, si al final yo y Ian terminamos en la misma posición en la que estoy con Wade.

60 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora